La innovadora tecnología algorítmica ADNe de Jacobson se ha utilizado para medir los diferentes parámetros del comportamiento emocional y competencial en las personas que han participado en la primera edición del Programa de Reinvención Profesional para facilitar la integración laboral y social del colectivo LGTBI, organizado por la Agencia para el Empleo de Madrid, Transexualia y la Cámara de Comercio e Industria italiana.
A través del análisis de los perfiles anónimos de las participantes a través del Test Azulay Bernstein, el cual se cumplimenta online en menos de 3 minutos, se han podido establecer sus fortalezas individuales y colectivas, así como recomendar con precisión la mejor orientación laboral asociada a sus características emocionales, habilidades y competencias.
Los datos obtenidos concluyeron que el 71,54% de las participantes poseía una elevada capacidad organizativa. Así mismo, el 63,85% mostraba una clara tendencia hacia el trabajo en equipo. Con respecto a las capacidades analíticas, el 79,23% alcanzaba elevadas intensidades, mientras que en lo referente a la creatividad, el 53,85% obtenían un nivel superior. En lo relacionado con la escucha activa y la amplitud en el aprendizaje se detectó una clara tendencia hacia la especialización en detrimento de la polivalencia. Así mismo, la manifestación de agresividad brillaba por su ausencia. En cuanto a los aspectos relacionados con la mentalidad estratégica, únicamente el 15,30% aportó tasas significativas.
Como conclusión principal se puede asegurar que la mayoría de las personas integradas en el programa poseía una inteligencia por encima de la media. Lo mismo sucede en referencia a su adaptación a procedimientos y protocolos, disciplina, administración de datos y rigor. En cambio, en los aspectos relacionados con la planificación y la anticipación, se mostraron ligeramente deficitarias.
Nos dice Elías Azulay, investigador principal de Jacobson y responsable de la creación de dicho algoritmo, que “Analizar un colectivo ya es en sí misma una tarea potencialmente comparativa, cuando en realidad, cada uno de nosotros somos distintos y a la vez iguales. Por eso, este tipo de acciones son necesarias para que la sociedad entienda que en la diversidad se encuentra la clave de la unidad social. Por eso mismo, según el análisis de los datos obtenidos, no existe ningún motivo objetivo que fundamente la discriminación laboral que sufren las personas pertenecientes al colectivo LGTBI en lo relativo al nivel de competencias y habilidades”.
Nos comenta el investigador que la muestra no fue escogida bajo ningún criterio concreto, salvo la de estar en situación de desempleo, y que estos resultados perfectamente se podrían haber dado en cualquier conjunto de personas seleccionadas aleatoriamente. “El objetivo es que las personas conozcan su potencialidad en lo referente a Habilidades Blandas (Soft Skills) y así poder gestionar mejor su ingreso en el mercado laboral”, nos comenta Azulay.
Así mismo, quedó determinado que a pesar de que cada persona es única, al margen de sus logros académicos, los niveles de afinidad emocional que poseían las personas participantes en el programa aconsejan actividades profesionales relacionadas con la Gestión de Sistemas de Calidad, la Administración Financiera y la Contabilidad.
Concluye el estudio asegurando que estos datos son el resultado de las características personales de las participantes en el programa y que los indicadores obtenidos no son diferentes a los de otros grupos heterogéneos no asociados a unas características concretas. Como comenta Azulay, “Esta es una demostración más de que la aceptación de la diversidad se muestra como un factor aglutinador y facilitador de la integración social y laboral”.
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