El próximo 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer. En este marco, la Fundación Adecco, en colaboración con 6 empresas comprometidas (Grupo Red Eléctrica, ThyssenKrupp, Enagás, Makro, Aqualia y Naturgy), ha realizado el ‘6º informe #EmpleoParaTodas: La mujer en riesgo de exclusión en el mundo laboral’, un análisis que pone el foco en aquellas mujeres que, por sus circunstancias personales o sociales, ven incrementadas sus dificultades de acceso al mercado laboral, exponiéndose más directamente la pobreza y a la exclusión social.
Estas son las principales conclusiones:
- Concretamente se trata de 4.385.387, es decir, el 29% de las mujeres entre 16 y 64 años, cifra que supera a la general de todas las mujeres, del 27,1%.
- A pesar de su reducción con respecto al pasado año, el índice de pobreza femenino supera, por primera vez desde 2011, al masculino. “Durante los años de recesión, la pérdida de empleo afectó más intensamente a los hombres, que habitualmente trabajaban en sectores más castigados por la crisis. Sin embargo, la recuperación económica vuelve a poner de manifiesto la desigualdad estructural entre hombres y mujeres, haciendo que la tasa de pobreza de las segundas se reduzca más lentamente y en menor proporción”- afirma Francisco Mesonero, DG de la Fundación Adecco.
- Las causas que subyacen detrás de este riesgo de pobreza están estrechamente ligadas al desempleo: paro de larga duración, trabajos en la economía sumergida o inactividad por razones culturales.
- Existen grupos de mujeres que, por sus circunstancias, están especialmente expuestas a este riesgo de pobreza y/o exclusión. En general, aquéllas con una menor formación, unida a circunstancias como la discapacidad, el desempleo a partir de los 55 años, las responsabilidades familiares no compartidas y/o la violencia de género.
- A pesar de que la contratación de las mujeres con discapacidad ha crecido un 15% durante el último año, su índice de pobreza se ha incrementado hasta el 31,5%. “Su concentración mayoritaria en empleo protegido (Centros Especiales de Empleo) no les preserva de la pobreza, sino que puede ensanchar la brecha con el resto de los profesionales. Además, la salida de la crisis ha tenido efectos que, a largo plazo, han supuesto un empeoramiento de la calidad de vida de las personas más vulnerables: pérdida de protección para desempleados, reducción prestaciones no contributivas, etc”- comenta Mesonero.
- Las mujeres mayores de 55 años son el único grupo de edad que ha visto incrementar sus desempleadas durante el último año, frente al descenso generalizado del paro femenino (-11%). Durante la última década, han crecido en más del doble (147%) y 7 de cada 10 es desempleada de larga duración.
- Las familias monoparentales, mayoritariamente encabezadas por mujer, lideran el ranking de pobreza en España: casi la mitad de los hogares con esta composición (47,9%) están en riesgo de pobreza, frente al 26,6% general.
Accede al informe completo a través del documento adjunto
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