La brecha de género en las tareas del hogar y los cuidados de familia supera los 100.000 millones de euros, un 8,9% del PIB. Es una de las principales conclusiones que se desprenden del segundo estudio de ClosinGap, “Coste de oportunidad de la brecha de género en conciliación”, elaborado por Afi y que fue presentado hoy en Campus Repsol, compañía que integra este clúster.
Según el informe, que analiza el coste de oportunidad de la brecha de género en el ámbito de la conciliación, las mujeres dedican dos horas más al día que los hombres al hogar y la familia. Teniendo en cuenta el número de hombres y mujeres en edad de trabajar que realizan tareas del hogar y cuidados de familiares, así como el tiempo dedicado a estas tareas, se obtiene que los hombres en España dedican, en conjunto, 37,5 millones de horas al día a los cuidados y tareas del hogar, frente a las 87 millones de horas que dedican las mujeres.
De eliminarse esta desigualdad, según explicó Diego Vizcaíno, socio de Afi, las mujeres dispondrían, globalmente, de 49,5 millones de horas más cada día. “El coste bruto de externalización de estos servicios, es decir, el valor de la brecha de género que supone que las mujeres dediquen más tiempo a estas tareas que los hombres, es superior a los 100.000 millones de euros, un 8,9% del PIB de 2017”, precisó.
El informe también calcula cuánto supondría en tributos y cotizaciones sociales estos trabajos hoy no remunerados. De serlo, las administraciones públicas podrían ingresar alrededor de 39.659 millones de euros, el equivalente a más de 1,2 veces el importe de los intereses de la deuda del Estado en 2017.
La directora general de Comunicación y Presidencia de Repsol y representante de esta compañía en el Board de ClosinGap, Begoña Elices, destacó que “si hay un campo en el que Repsol puede aportar al impulso de la igualdad de oportunidades es el de la conciliación y la flexibilidad en el trabajo”. “Creemos en la conciliación y la flexibilidad y la entendemos como una evolución en la forma de trabajar para adaptarnos al nuevo contexto social y económico, que facilita la movilidad, favorece la atracción y retención del talento, impacta en el clima laboral, en el orgullo de pertenencia y mejora de la productividad”, indicó.
La elección de la jornada laboral
Según el estudio, las mujeres trabajan más a jornada continua y a jornada parcial que los hombres. El hecho de que, en general, la responsabilidad de los cuidados de familiares y las tareas domésticas recaiga más sobre ellas, provoca que una parte opte a renunciar, total o parcialmente, a su carrera laboral. Así, en 2017, el 24,2% de las mujeres ocupadas trabajaron a jornada parcial (frente al 7,3% de los hombres); de ellas, 403.200 (un 4,7%) lo hicieron para compatibilizar el tiempo dedicado al trabajo con el empleado en el cuidado de otras personas o en otras obligaciones personales. De haber podido ampliar su jornada laboral en una hora más al día, se habrían generado cerca de 3.000 millones de euros más (0,3% del PIB), o aproximadamente 12.000 millones si la ampliación alcanzase las 4 horas diarias, hasta un cómputo semanal cercano a las 40 horas, lo que supondría un 1,1% del PIB de 2017.
El informe deja patente que la organización del tiempo dedicado al trabajo y a las responsabilidades familiares y del hogar está descompensada por condición de género, lo que actúa en detrimento tanto de la participación de la mujer en el mercado del trabajo como en los ingresos de la unidad familiar.
Las mujeres perciben que tener hijos afecta más negativamente a su carrera laboral que a los hombres, siendo además ellas las que optan, generalmente, por cogerse un permiso por el nacimiento de hijos y excedencias para el cuidado de familiares. Terminados estos, un 8,3% de esas mujeres trabajadoras, cerca de 7.000, sale total o parcialmente del mercado laboral cada trimestre, provocando un coste de oportunidad de 40 millones de horas no trabajadas al año o, lo que es lo mismo, que dejen de generarse 1.280 millones de euros, un 0,12% del PIB de 2017.
Las dilatadas jornadas laborales, uno de los principales problemas para la conciliación
El informe apunta a los dilatados horarios laborales en España como una de las principales causas que impiden la conciliación. En este sentido, el 40% de los ocupados – hombres y mujeres – cuenta con un horario de jornada partida con dos horas destinadas a la comida, una singularidad española con respecto a los países del entorno europeo. Ello supone una hora menos de tiempo disponible cada día laborable para quienes cuentan con ese horario, lo que provoca que dejen de disfrutarse 1.706 millones de horas de tiempo libre al año.
Al mismo tiempo, la falta de sincronización entre calendarios laborales y escolares se traduce en una brecha de 35 días laborables para cerca del 50% de los hogares españoles – aquellos con hijos menores – o, lo que es lo mismo, 7 semanas en las que los menores no tienen que ir al colegio pero sí requieren del cuidado de adultos. A este respecto, Pilar Rojas, gerente sénior de Cultura Corporativa de Repsol y miembro del Comité Ejecutivo de ClosinGap, pusó en valor las formas de trabajo caracterizadas por la autogestión del tiempo desde la experiencia de su compañía en la materia.
El hecho de que España sea uno de los países europeos donde más horas se trabaja no significa que la productividad sea mayor. La dilatación de las jornadas laborales no siempre lleva aparejada una mayor remuneración: en 2017, el 5,5% de los hombres ocupados realizaron horas extra (frente al 3,6% de las mujeres), de las cuales solo la mitad se remuneraron. Esas horas trabajadas y no remuneradas ascienden a 1.878 euros por trabajador al año, quede liberarse, podrían incrementarse su tiempo de conciliación.
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