Oxfam Intermón ha realizado un estudio en el que ha analizado los principales indicadores de empleo en las distintas autonomías, profundizando en Madrid, Andalucía, Cataluña, País Vasco y Comunidad Valenciana, en el que concluye que «todas supenden en igualdad laboral», ya que, entre otros indicadores, la tasa de parcialidad y la parcialidad involuntaria que afecta a las mujeres multiplica a la masculina de 2,8 a 5,7 veces, según la comunidad.
Además, las mujeres son aún castigadas por normas sociales que suponen una sobrecarga de responsabilidades en el cuidado. Según los datos analizados, las mujeres están sobrerrepresentadas en los salarios bajos. La segregación sectorial y ocupacional está detrás de esta realidad: son minoría en los puestos de responsabilidad y están desproporcionadamente presentes en sectores feminizados, infravalorados y peor pagados que otros en los que hay mayor proporción o equilibrio entre hombres y mujeres. En España se observa que mientras las mujeres son el 73,9% del nivel salarial más bajo, tan sólo representan el 34,5% del nivel superior (EPA-2016).
Por comunidades autónomas también se observa cómo los puestos de directores y gerentes están ocupados mayoritariamente por hombres: 70,3% frente al 29,7% en Cataluña; 68,8% frente al 31,2% en el País Vasco; 68,5% frente al 31,5% en la Comunidad Valenciana; 67,6% frente al 32,4% en Andalucía y 61,6% frente 38,4% en la Comunidad de Madrid.
También en el ámbito autonómico persisten las diferencias salariales entre hombres y mujeres, oscilando entre el mínimo de Extremadura (7,21%) y el máximo de Asturias (21,98%), aunque la mayoría muestra una brecha salarial cercana a la media estatal (14,7%).
«Si eres mujer y trabajas en Extremadura, tendrás que trabajar 26 días más para ganar lo mismo que un hombre, pero si estás en Asturias serán casi 80 días más. Pero una menor brecha no equivale a que las mujeres estén mejor, ya que la brecha es menor donde hay menos mujeres activas en el mercado laboral», denuncia el estudio.
La temporalidad, la parcialidad no deseada, el trabajo autónomo o el empleo por horas son cada vez más comunes en el contexto de cambio actual. La situación de vulnerabilidad de la mujer aumenta, ya que se concentra en algunos de los sectores más sensibles a estas formas atípicas de empleo.
En España, el riesgo de pobreza laboral para las personas trabajadoras a jornada parcial es más del doble que para quienes trabajan a jornada completa (riesgo de pobreza laboral del 24,3% frente al 10,7%, respectivamente, en 2016). En este aspecto son otra vez las mujeres las que tienen mayor presencia en este tipo de contratos: una de cada cuatro mujeres trabaja a tiempo parcial (24,5%), frente a menos de uno de cada 10 hombres (7%). La parcialidad femenina triplica al menos a la masculina, dándose territorios como Extremadura o Castilla La Mancha donde se superan los cinco contratos parciales de mujeres por cada contrato de este tipo que tiene un hombre.
Ante estos datos Oxfam Intermón ha puesto en marcha la campaña ‘No hay peros’ para movilizar a la sociedad para exigir al Gobierno español y a las instituciones europeas que lideren el cambio que la sociedad necesita para que hombres y mujeres cuenten con los mismos derechos.
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