La brecha salarial en España no deja de ensancharse. Actualmente, las mujeres cobran un 30% menos que los hombres o, lo que es lo mismo, la diferencia de sueldos entre unos y otras alcanza los 4.745 euros, casi medio punto porcentual más que un año antes, según un adelanto de la segunda edición del informe “Brecha salarial y techo de cristal” elaborado por los Técnicos de Hacienda (GESTHA).
El informe, que evidencia las profundas grietas de desigualdad que presenta el mercado laboral español y el trato discriminatorio que sufren las mujeres, advierte de que se necesitarían casi siete décadas para acabar con la brecha salarial, lo que debería servir como acicate para que en el debate político se incluya esta equiparación y, consecuentemente, los distintos partidos del arco parlamentario propongan y apliquen medidas en aras de reducir las diferencias salariales en un plazo razonable de tiempo.
Los técnicos explican que la razón de estas divergencias en los sueldos está, fundamentalmente, en que hay más mujeres que hombres que no llegan a los 1.000 euros al mes. Además, la brecha se acentúa a partir de los 16.000 euros de salario, hasta el punto de que el número de mujeres con ingresos entre los 50.000 y los 80.000 euros es la mitad que el de hombres. Y, por si fuera poco, sólo una de cada cinco trabajadores con sueldos de 140.000 euros es mujer.
La factura de la maternidad
Además, los técnicos constatan que estas diferencias salariales aumentan conforme también lo hace la edad. Así, la brecha empieza a ampliarse significativamente en el tramo que oscila entre los 26 y los 45 años coincidiendo con una etapa en la que muchas mujeres tienen todavía que pagar un “peaje” por la maternidad y el cuidado de los hijos.
Por otra parte, el informe muestra que las diferencias salariales siguen aumentando para las mujeres de 46 a 65 años a las que la brecha alcanza a un tercio de su sueldo; así como que las mujeres ocupadas mayores de 65 años cobran un sueldo por debajo de la mitad que los hombres de su misma franja de edad.
Precariedad: por debajo del “mínimo”
Las diferencias de salario son otra prueba más de la precariedad instaurada en el mercado laboral español. De hecho, tan cierto es que el pasado ejercicio cerró con 490.300 ocupados más como que una tercera parte de los trabajadores están por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que en 2016 fue de 9.172,80 euros. Pues bien, en la escala más baja de salarios también abundan las mujeres, ya que a pesar de que su sueldo medio es de 16.281 euros, casi 3,2 millones de trabajadoras no llegan al salario mínimo. Es decir, más de la mitad de los empleos precarios que no alcanzan esta barrera están ocupados por mujeres.
Una vuelta atrás
Por otro lado, el informe de Gestha muestra que si bien las diferencias de sueldo se redujeron un 15% entre 2005 y 2015, lo cierto es que se trató de un impasse, ya que desde entonces no han hecho más que aumentar. Así, si en 2014 la brecha en el salario de hombres y mujeres era de 4.620 euros, hasta la fecha se ha ensanchado en 125 euros, de los cuales sólo en el último año se ensanchó en más de 100 euros.
Además, pese a que trabajan 596.000 mujeres más desde 2005, un 7,8% más, esta incorporación apenas ha representado un aumento de la tasa de ocupación de la mujer de 2,8 puntos en estos 11 años, teniendo en cuenta que la población femenina entre los 16 y los 65 años aumentó en este período en 334.911 mujeres.
Grietas autonómicas: desigualdades también geográficas
El informe de Gestha quiere servir también como radiografía de la brecha salarial que existe por territorios. Los resultados muestran, por ejemplo, que Asturias es la comunidad más desigual en cuanto a sueldos se refiere, dado que las mujeres en el Principado cobran un 38% menos que los hombres, es decir, 6.228 euros menos. En el otro lado de la balanza, Canarias sería la región más igualitaria, puesto que la brecha es de un 16% -casi la mitad de la media española-.
Por otra parte, mientras que Extremadura, Andalucía, Aragón, Canarias, Castilla-La Mancha, Baleares y Cataluña son las comunidades en las que más se ha reducido la brecha salarial, en Ceuta y Madrid ha aumentado mínimamente, y en Galicia está estancada, prácticamente, desde 2005. Por su parte, Murcia, Melilla, Asturias y La Rioja están por debajo del 3% en la reducción de la brecha salarial.
Finalmente, de esas grietas autonómicas se desprende que entre las mujeres de 46 a 65 años las mayores brechas se encuentran en Madrid, Asturias, Cataluña y Aragón, comunidades en las que estas mujeres deberían cobrar entre un tercio y la mitad de su sueldo más para alcanzar el sueldo medio de los hombres de su misma edad.
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