La ampliación a cinco semanas del permiso de paternidad que estaba previsto aplicar en 2018 tal y como acordaron el Gobierno español y Ciudadanos, se ha quedado congelada por falta de Presupuestos Generales del Estado, el marco donde debería aplicarse esa modificación legislativa y donde quedaría recogida la partida necesaria para hacerla realidad.
Según han confirmado fuentes oficiales, la ampliación no se aprobará en el último Consejo de Ministros del año y no entrará por tanto en vigor el 1 de enero. Se desconoce además si acabará siendo una realidad en 2018, pues depende de que se aprueben con esa previsión los Presupuestos Generales del Estado o de que si se prorrogan los de 2017, existan tanto la voluntad política como los fondos necesarios para ponerlo en marcha.
El Estado español va tarde ya en este asunto. La Ley de Igualdad de 2007 estableció el permiso de paternidad de quince días, pues hasta entonces ellos contaban con sólo dos días libres, y fijó que su duración debía llegar a ser de un mes como muy tarde a partir de enero de 2013 de cara a una progresiva equiparación de los permisos parentales.
En 2008 el entonces presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero anunció que se aplicaría un año después, pero en 2009 alegó que no había recursos económicos para hacerlo y pospuso la medida. Lo mismo hizo Mariano Rajoy al llegar al Gobierno: mediante una disposición adicional en la Ley Orgánica de los Presupuestos Generales pospuso la entrada en vigor un año tras otro hasta que finalmente el 1 de enero de 2017 los padres españoles pudieron cogerse un mes por nacimiento, adopción o acogida de un hijo.
Desde entonces y hasta septiembre, 196.873 padres han disfrutado por primera vez en la historia de España de un permiso remunerado al 100% de cuatro semanas de duración. En el mismo periodo, 200.618 mujeres han tenido permiso de maternidad, que en su caso es de hasta 16 semanas de duración, de acuerdo a los datos de la Seguridad Social.
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