Italia ha abierto el debate sobre el desarrollo de una Ley que garantice la posibilidad de que las mujeres se acojan a una baja por los dolores provocados por la menstruación, si embargo esta medida podría generar «más discriminación» laboral para la mujer, según ha advertido Gina Aran, profesora de Economía y Empresa de la UOC y experta en recursos humanos.
«Lamentablemente, esta baja ‘ad hoc’ podría genera más discriminación para la mujer, que queda señalada bajo el estereotipo de ‘está en esos días’ y suponer más trabas en cuanto a su contratación», alerta la experta en recursos humanos.
La propuesta de ley 3781 que se debatirá en los próximos meses puede llevar a Italia a ser el primer país europeo en dar la ‘baja menstrual’ a las mujeres que sufran dolores muy fuertes de regla. La propuesta de ley permite a la mujer, por medio de un certificado médico anual, presentar la baja menstrual y cobrar su totalidad.
El síndrome premenstrual (SPM) o dismenorrea lo sufren el 73 por ciento de las mujeres españolas y de forma severa el 9 por ciento de los casos. Entre los síntomas más comunes se encuentran el dolor abdominal y/o pélvico que aparece antes o durante la menstruación. Además, provoca náuseas, dolor físico, cansancio y dolor de cabeza, entre otros efectos.
Las mujeres que sufren dismenorrea causan de media 1.500 días de baja a lo largo de su vida laboral, según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO). «Es frecuente que una trabajadora presente baja por incapacidad temporal derivada de este síndrome», afirma Pere Vidal, profesor de Derecho Laboral de la UOC.
Actualmente, añade, «si una trabajadora acumula un determinado número de bajas temporales en un periodo concreto podría llegar a ser despedida de manera procedente con el pretexto de faltas de asistencia justificadas pero intermitentes», añade Vidal.
¿AFECTA A LA PRODUCTIVIDAD?
En España trabaja casi el 56% de las mujeres, por eso Aran alerta de que si se sigue el planteamiento italiano, las empresas probablemente no lo aceptarán. «Se pueden dar reticencias al contratar mujeres porque potencialmente causarían baja laboral tres días de cada mes o por la creencia de que la productividad femenina disminuye cuando tienen la menstruación», explica.
En ocasiones, durante el proceso de selección, las empresas intentan saber si la mujer tiene hijos o desea tenerlos. «Si a dicho prejuicio le sumamos esta ley, todavía se verán más perjudicadas y en el caso de expedientes de regulación serán las primeras a las que querrán despedir», alerta.
Un estudio realizado por dos economistas italianos publicado en 2009 en ‘American Economic Journal’ concluyó que el «ciclo menstrual femenino aumenta el absentismo», sin embargo otro informe posterior, publicado en 2012 en ‘Journal of Human Resources’, manifestaba que, por el contrario, «hay evidencias de que la regla provoque un aumento del absentismo femenino».
Hasta ahora ningún país occidental ha desarrollado políticas en esta línea, a diferencia de Asia, donde la baja menstrual se considera un derecho biológico. En Indonesia, se aprobó en 1948 y permite a las mujeres ausentarse del trabajo dos días al mes; en Japón tienen derecho a quedarse en casa por este motivo, aunque sus empresarios no están obligados a pagarles esos días de baja; en Corea del Sur, las trabajadoras tienen derecho a abandonar su puesto de trabajo, y si no lo hacen, sus empresas han de pagarles una cantidad extra; y en Hong Kong la medida extiende incluso a las estudiantes.
Según concluye Aran, esta propuesta de ley tiene una doble vertiente, ya que, por un lado, «es una medida que reconoce el dolor femenino, pero por otro lado, fomenta la discriminación de género en la contratación y refuerza estereotipos falsos».
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