Muchas empresas españolas está facilitando desde hace tiempo la conciliación de la vida laboral y familiar entre sus trabajadores. Un listado aún corto en España pero que crece día a día con la incorporación de medidas de racionalización horaria y ventajas añadidas para el empleado dentro de compañías de todos los tamaños, cada vez más convencidas de que el presentismo no hace ganar más dinero y de que la productividad de un trabajador se multiplica cuando este es feliz.
Hace mucho tiempo que en Súmate, agencia internacional de marketing online, han incorporado una política de conciliación impresa en su ADN corporativo. La reciente aprobación de la extensión del permiso por paternidad a un mes y la presión social en favor de que vida y carrera profesional sean compatibles, ayudan a recordar los incentivos que ya ha implantado Súmate y de los que viene disfrutando su plantilla desde hace años.
1. Jornada continua
La naturaleza de las tareas que se desempeñan en Súmate y el servicio que ofrece a sus clientes no requiere que se trabaje por decreto en horario de mañana y tarde con una pausa de dos horas para comer. Además, la Asociación para la Racionalización de los Horarios Españoles (Arhoe) señala que “las jornadas laborales prolongadas perjudican la calidad de vida de las personas y no son rentables para las empresas”. Por eso, en Súmate la tónica general es la jornada continua, que se condensa y queda más tiempo libre para descansar y disfrutar de la familia, amigos y aficiones.
2. Flexibilidad horaria
La jornada continua se complementa con políticas de flexibilidad horaria que permiten adaptar las horas de entrada y salida a las necesidades de cada trabajador. También se da la opción de compensar jornadas de menor duración con la realización de otras más largas, siempre que el cómputo semanal de tiempo trabajado sea el correcto. “La relación entre la dirección y el personal colaborador ha de estar sustentada en conseguir resultados y basarse en la confianza y el compromiso”, según indica Arhoe.
3. Teletrabajo
Por otro lado, existe la posibilidad de practicar el teletrabajo de manera regular u ocasional, en función de las circunstancias familiares del empleado y con el objetivo de que éste pueda hacerse cargo de imprevistos o imponderables personales (enfermedades de allegados, cuidado de hijos, averías en casa…) que una cultura presentista del trabajo le impediría solventar. Y todo ello sin que se resienta su productividad.
De hecho, alimentar la capacidad de organización personal y alentar la consecución de un balance entre familia y empleo se termina traduciendo en ventajas tanto para los profesionales como para la empresa.
Lo más apreciado: el tiempo
Arantxa Vázquez, responsable de Recursos Humanos de Súmate, explica que “las medidas de conciliación laboral-personal que adoptamos en nuestra agencia impactan directamente en el bienestar de nuestros empleados, en la retención del talento y en el incremento objetivo del desempeño”. “En una rutina vertiginosa el tiempo es uno de los valores más apreciados, hoy por hoy, por los profesionales actuales; por eso, a través de las medidas adoptadas proporcionamos ‘tiempo’, y de esta manera ayudamos a inhibir los niveles de estrés que genera la falta de horas para atender a cuestiones personales”, añade.
“Por otra parte, la proactividad en este tipo de medidas suponen dotar a Súmate de un gran valor -tangible e intangible- cara al mercado, a nuestros clientes y a la atracción de profesionales”, concluye Arantxa.
Los comentarios están cerrados.