El recién nombrado presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios (ARHOE), José Luis Casero, ha hecho un llamamiento a los políticos para «pasar a la acción y tomar medidas» en materia de optimización, conciliación y corresponsabilidad ya que, como recuerda a Europa Press, «un ordenador encendido a deshora no consume sólo energía, también consume vida».
Casero, hasta ahora secretario general de ARHOE, ha sido nombrado presidente de esta entidad en sustitución de Ignacio Buqueras, que deja el cargo tras 11 años al frente de la institución que fundó, aunque seguirá vinculado a la misma como presidente de honor. Por ello, de cara al futuro, afirma que espera «estar a la altura de las expectativas así como del trabajo realizado por Buqueras», al tiempo que añade que seguirá el Plan de Actuación aprobado en la Asamblea General celebrada en diciembre, en el que se abogaba por trabajar «en el ámbito de los pactos» tanto con la sociedad, los partidos políticos y los medios de comunicación, con los que se va avanzando «poco a poco».
«Uno de los puntos más importantes», como él mismo destaca, radica en que se debata en el Pleno del Congreso el informe aprobado en septiembre de 2013 por la Comisión de Igualdad, por el que se solicitaba al Gobierno un estudio socioeconómico para conocer en detalle cuál sería la incidencia económica global de un posible cambio de huso horario en España, además de ofrecer una serie de recomendaciones y observaciones al respecto. «Si es un tema en el que existe cierto consenso y hay armonía de todos los partidos, ¿por qué no se lleva a pleno?», se pregunta.
Otra de las primeras acciones que llevarán a cabo pasa por reclamar que España no cambie la hora el último fin de semana de marzo, con el fin de regresar al huso horario del Meridiano de Greenwich (una hora menos), conforme a la situación geográfica del país. «Se trata de una antigua reivindicación que reclama estar en armonía con la luz solar. Y de este modo en octubre, cuando se cambie de nuevo la hora, ya estaremos en la posición correcta», asegura.
«Podemos ponernos una piedra en el zapato y acostumbrarnos a andar con ella pero no hay necesidad. ¿A quién nos queremos parecer: a los países desarrollados o a los que están en desarrollo? ¿Queremos estar abiertos las 24 horas o queremos trabajar, tener vida y descansar?«, se pregunta.
En este punto, vuelve a alertar de las consecuencias de jornadas laborales que exceden las horas estipuladas pues «el máximo rendimiento de los trabajadores se produce al inicio del día porque después uno se va cansando». «Hay que dar valor a cosas, porque a los políticos y a los grupos empresariales se les llena la boca con aspectos como competitividad, eficiencia e innovación pero no le dan una dimensión práctica real. Alguien que no descansa no puede ser innovador; ser competitivo no es echar más horas, sino ser eficiente», defiende.
Casero reconoce que es «imposible» generalizar un horario de oficina para todos los segmentos de la población ni todos los sectores, como el del comercio o el sanitario. «No todos somos iguales: aplicar principios generales para todos es un problema pero hay un gran núcleo de la población que podría tener ese horario. Es algo complejo y hay que organizar los intereses», asevera.
Prime time: el problema es dar el primer paso
Otro de los ‘caballos de batalla’ de ARHOE pasa por lograr que se adelante el ‘prime time’ de las televisiones, una reivindicación que por ahora se plasmado en la creación de un distintivo en los programas, por parte de RTVE, para que los espectadores puedan saber de antemano si la oferta televisiva de la cadena pública acaba antes o después de medianoche.
«Una programación tardía provoca niños cansados y trabajadores también cansados. Se van consiguiendo cosas y por eso estamos trabajando con las cadenas públicas y privadas, aunque el problema es quién da el primera paso y, en este sentido, la pública es la que tiene que predicar con el ejemplo«, afirma.
Casero también revela que están trabajando «con cadenas minoritarias que están siendo muy escrupulosas con los horarios racionales» y aboga por implantar ejemplos porque adelantar el ‘prime time’ «no significa ser menos rentables». «Es todo un conjunto: se trata de armonizar que tampoco es fácil. Se dice que España es diferente pero yo no quiero ser singular, quiero ser normal», sentencia.
»Hablar del tema ya es un primer avance»
Sobre el balance del trabajo de la asociación en más de una década, destaca que «el hecho de hablar del tema es el primer avance porque si nadie dice nada, aquí no pasa nada y uno se acostumbra a la piedra en el zapato». «Si no se ponen estos hechos en valor, nos acostumbramos a situaciones injustas y hay que poner estos temas en la agenda política para que no acaben en un cajón aunque cada vez hay más gente consciente del tema», prosigue.
Por ello, ante los comicios municipales y autonómicos de 2015, ha indicado que volverán a estudiar los programas electorales para dar cuenta de los cumplimientos e incumplimientos que se realizan en la materia. «Me hubiese gustado que hubiera avances por parte de las fuerzas políticas pero sólo hay compromisos y trabajos realizados que hay que culminar, para pasar a la acción y tomar medidas. Todos queremos más y tampoco es muy difícil», apostilla.
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