La retribución flexible es un modelo de compensación laboral que permite a los empleados recibir parte de su salario mediante beneficios adicionales como vales de comida, seguro médico, transporte, formación y guardería, y ofrece ventajas tanto para la empresa como para el empleado.
Al empleado le permite, por un lado, mejorar su retribución, ya que los beneficios adicionales se consideran retribución en especie, permitiendo optimizar los ingresos según la situación personal y familiar. Por otro lado, le supone un ahorro de costes, ya que su salario neto se incrementa aprovechando los ahorros fiscales, y obtiene mejores precios por economía de escala.
Además, cada empleado puede personalizar su plan de retribución, eligiendo entre múltiples productos y servicios, con la posibilidad de modificarlo anualmente.
Para la empresa también hay ventajas: sin necesidad de aumentar los salarios, puede ofrecer mejores condiciones laborales; hay deducciones fiscales, ya que la mayoría de los servicios abonados por la empresa son deducibles del impuesto de sociedades y están exentos en el IRPF del empleado. La retribución flexible facilita, además, la atracción del talento y la fidelización de los empleados y se convierte en una herramienta de negociación salarial.
Las grandes empresas, conocedoras de estas ventajas, utilizan de forma habitual la retribución flexible, sin embargo, en la actualidad solo el 21,3% de las PYME de 51 a 150 empleados cuenta con planes de retribución flexible para sus plantillas.
Ahorro para la jubilación en la retribución flexible
A medida que la esperanza de vida aumenta, a los productos y servicios tradicionales dentro de los programas de retribución flexible, se añade como novedad la posibilidad de ahorro para la jubilación.
MAPFRE, especialista en soluciones de ahorro para particulares y empresas, propone la gestión de este complemento a través de un seguro colectivo de ahorro para la jubilación (Unit linked o garantizado), diferente al plan de pensiones de empleo en cuanto al límite de aportación y flexibilidad, además de no tener la obligación de aportación por parte de la empresa. De esta forma se puede aumentar el salario neto de los trabajadores, sin incrementar los gastos de la compañía.
Los empleados pueden destinar parte de su salario bruto a una «hucha» colectiva de ahorro, con un límite de 100.000€ anuales y máximo del 30% de su salario bruto. El capital siempre pertenece al empleado y puede ser liquidado en situaciones específicas previstas en la ley, como jubilación, enfermedad grave, desempleo de larga duración, dependencia, invalidez, fallecimiento.
Servicios de valor añadido
MAPFRE ofrece a sus asegurados la aplicación MAPFRE AFIN, que permite consultar el detalle del producto, incluido el Unit linked colectivo, observar la evolución del ahorro, ver las garantías incluidas y gestionar los fondos y carteras de manera eficiente.
Dado que cada persona tiene situaciones y necesidades distintas, MAPFRE proporciona asesoramiento personalizado para optimizar el cobro del ahorro acumulado, ofreciendo rentas temporales o vitalicias según el perfil del cliente, maximizando así el ahorro fiscal al percibirlo. Además, MAPFRE ha incrementado recientemente la rentabilidad garantizada de sus rentas vitalicias.
MAPFRE es la aseguradora de referencia en el mercado español, líder en el negocio de hogar y empresas, entre otros ramos, con más de 7 millones de clientes, alrededor de 11.000 empleados en España y más de 3.000 oficinas distribuidas por todo el territorio.