Como cada año, empezamos el mes de enero apretándonos el cinturón. La cuesta de enero es una época de contingencia y déficit de fondos en el hogar tras un mes intenso de desembolsos. Según cifras de la OCU, el gasto medio de los hogares españoles esta Navidad ha sido de 641 euros, 116 euros más que en 2020, a pesar de encontrarnos en plena ola de Omnicron.
En situaciones normales, casi la mitad de los españoles tienen dificultades para llegar a final de mes. Este 2022 nos enfrentamos a la cuesta de enero más difícil de los últimos años. La inflación, el encarecimiento de los suministros y una nueva oleada de casos de Covid, que previsiblemente acabará endureciendo las medidas sanitarias, impactarán de manera negativa en el bolsillo de muchas familias.
Esta presión es, en parte, resultado de la falta de educación financiera. Según el Informe PISA, que mide el rendimiento académico de los jóvenes de la OCDE, nuestro país figura en el puesto 11 de una lista de 21 economías, con una puntuación media de 492, 13 puntos por debajo de la media. Según un estudio de la Fundación PWC, los países con peor formación financiera presentan economías más débiles y son más vulnerables a los efectos de las crisis.
Esto, junto a la falta de liquidez para llegar a fin de mes, también pasa factura en el ámbito psicológico, sobre todo a aquéllos con un salario más ajustado. El llamado estrés financiero, agudizado tras casi dos años de pandemia, es un síndrome que sufre el 60% de los trabajadores en España. Este desgaste tiene un impacto sobre la salud mental de los trabajadores, y a su vez sobre su motivación y rendimiento en el puesto de trabajo.
Es por esto que, tanto empresas como empleados, deben buscar las mejores opciones para ahorrar y exprimir el salario al máximo. Aquí os proponemos una serie de medidas que pueden tomar las organizaciones para ayudar a sus equipos a mejorar la gestión de su dinero a largo plazo y suavizar el impacto de la cuesta de enero:
- Organizar sesiones de formación y talleres con expertos en gestión financiera para ayudar a los empleados a planificar mejor su dinero.
- Ofrecer los servicios de un asesor financiero, tanto para que el empleado mejore su gestión diaria del dinero, como para transacciones más importantes, como la hipoteca.
- Implementar planes de pensiones y de ahorro para ayudar a los empleados a preparar su jubilación.
- Ofrecer descuentos en servicios esenciales, como en los planes de telefonía o de cuidado infantil para madres y padres trabajadores
- Dar ayudas a las comidas, con beneficios sociales como el ticket restaurante de Edenred o Sodexo.
- Poner en marcha programas de inversión, que ayuden al empleado a crear capital con programas inteligentes, como Computershare, que permite comprar acciones de alto valor a las que no tenía acceso antes.
- Implementar plataformas de bienestar financiero, como Wagestream, que permite a los empleados cobrar su salario devengado sin esperar a final de mes y así evitar que recurran a microcréditos abusivos, reduciendo su estrés financiero y creando un vínculo sólido entre el trabajo y la compensación.
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