Los millennials irrumpen con fuerza como la nueva generación de trabajadores y tienen muy claras sus prioridades: aunque el salario económico sea relevante, no otorga la plenitud laboral. El salario emocional o todas aquellas motivaciones y satisfacciones no económicas que contribuyen a la felicidad de las personas es igual o incluso más importante que el salario económico a la hora de reclutar y fidelizar a los empleados. De esta manera, se logra que éstos se sientan parte de la compañía y quieran formar parte de ella por mucho tiempo.
Según los últimos estudios, como el realizado por Infojobs, así como diversas encuestas del sector laboral,se confirma que las mejoras que los profesionales buscan en las empresas para su futuro más inmediato están relacionadas con el denominado ‘salario emocional’.
Aunque el salario económico es la principal motivación para un 74% de los empleados, un 53% de los encuestados considera decisivo a la hora de cambiar de trabajo el poder compaginar la vida personal con la profesional. Otros factores que ponderan de forma relevante son el hecho de tener un mejor horario (50%), trabajar en un proyecto que más motivante (42%) o incluso poder seguir aprendiendo en el trabajo (39,5%).
Desde Woffu, expertos en la optimización de la gestión del tiempo, aseguran que el salario emocional está estrechamente ligado a la productividad, factor esencial para las empresas de hoy en día. “Las empresas saben que la cantidad de horas que dedican sus empleados a estar presentes en la oficina no son sinónimo de mayor productividad. Por ello es importante establecer una relación de confianza con los empleados, trabajar en base a objetivos y dar márgenes, opciones y posibilidades a las personas que en su día apostaron por formar parte Woffu. En definitiva, la flexibilidad horaria es el secreto para acercarnos a nuestra gente. La vida de las personas está en continua evolución y tenemos la obligación de adaptarnos a su realidad”, asegura Miguel Fresneda, cofundador y CEO de Woffu.
Salario emocional: un bonus para el trabajador y para la empresa
Experimentos como el realizado recientemente por Microsoft prueban que una mayor flexibilidad horaria puede beneficiar enormemente a la empresa: la compañía probó reducir la semana laboral a cuatro días en sus oficinas de Japón y el resultado fue un aumento de la productividad del 40%. Ello no hace más que reforzar que el salario emocional puede ser beneficioso para el interés de las empresas a la vez que contribuye a la felicidad de sus empleados.
Según los expertos de Woffu, entre las múltiples ventajas que tiene este tipo de compensación emocional está el hecho de fomentar el buen ambiente laboral, ofrecer nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo, lograr que el empleado se sienta identificado con los valores y aspiraciones de la organización o conseguir que el trabajador se sienta valorado y parte de la empresa. Todo ello conlleva a un beneficio mutuo entre el empleado y el empleador.
Congreso de Compensación y Retribución
De beneficios sociales y otros muchos aspectos hablaremos en el tercer Congreso de Compensación y Retribución que se celebrará el próximo 26 de noviembre en la Torre Azca (sede de EY) en Madrid en horario de 9:30 a 14:35.
Para acudir al congreso, póngase en contacto con eventos@eds21.es
Los comentarios están cerrados.