La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) ha realizado un estudio sobre la reforma laboral de 2012 en el que constata que su puesta en marcha ha ayudado a crear empleo en España, aunque también ha contribuido a acentuar el recorte de los salarios, con un ajuste en el caso de los contratados temporalmente que duplica el soportado por los indefinidos.
En su publicación ‘Cuadernos de Información Económica’, Funcas señala que, al comienzo de la crisis, el descenso de los salarios fue «especialmente intenso» entre los trabajadores más afectados por el paro y la temporalidad. No obstante, tras la aprobación de la reforma laboral, que ampliaba la flexibilidad interna, el ajuste salarial se extendió también sobre los trabajadores fijos.
Así, según explica el profesor Daniel Fernández Kranz, los salarios se redujeron cerca de un 8% en términos reales entre 2012 y 2013 en los trabajadores que perdieron su empleo y luego fueron contratados, y en torno a un 5% entre los trabajadores más estables, que en los primeros momentos de la crisis habían mantenido e incluso aumentado su poder adquisitivo.
CREA 25.000 CONTRATOS INDEFINIDOS AL MES
Paralelamente, otros expertos, como Marcel Jansen e Ignacio García Pérez, constatan en esta publicación de Funcas que la reforma laboral ha impulsado la creación de empleo, ya que durante sus primeros 17 meses de aplicacion ayudó a que se firmaran 25.000 nuevos contratos indefinidos cada mes.
Según sus cálculos, la reforma laboral ha elevado el ritmo de creación de empleo con tasas de crecimiento del PIB próximas al 1%. Así, estiman que, tras la reforma, la economía española es capaz de crear puestos de trabajo con crecimientos de entre el 0,3% y el 1,3%.
Otra consecuencia de la reforma laboral es que ha aumentado «considerablemente» el grado de flexibilidad salarial en la economía española, aunque no ha logrado su objetivo de reducir la dualidad laboral.
MENOS CONVENIOS COLECTIVOS
En otro apartado, el profesor Federico Durán subraya que aunque la reforma laboral ha logrado rebajar los costes salariales, no ha conseguido completamente su objetivo de incrementar la flexibilidad laboral al interferir en ello la interpretación «restrictiva» de la norma por parte de los tribunales.
Especialmente, añade, desde que el Tribunal Constitucional sentenció que la capacidad empresarial para modificar las condiciones laborales es una facultad reglada y no discrecional, por lo que debe estar sometida a un control judicial pleno y efectivo.
Por último, el profesor Miguel Ángel Malo aborda el impacto de la reforma laboral en la negociación colectiva y llega a dos conclusiones: el grado de cobertura de la negociación colectiva ha caído desde 2013 y, contrariamente a lo pretendido, no ha aumentado la importancia relativa de los convenios de empresa al haber otorgado la reforma laboral una mayor capacidad de decisión a las empresas sin necesidad de negociar convenios.
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