RRHH Digital Según un estudio publicado por la revista Forbes y recogido por el Instituto Europeo de Coaching, la profesión de coach se está convirtiendo en la segunda profesión con más crecimiento. Sin embargo, el auge de esta profesión ha llevado consigo la multiplicación de escuelas de coaching que no cuentan con la debida certificación ni con un claustro de profesores con los conocimientos y formación necesarios. Esto puede acarrear graves problemas para aquellas personas que decidan dedicarse a esta profesión y no elijan de forma correcta el centro ¿Cómo detectar las “falsas” escuelas de coaching? ¿Qué problemas conlleva recibir clases en ellas?
Cómo desenmascarar a una escuela de coaching que no está certificada
Tal y como afirma David Cru, Director del IEC y profesor del Programa Internacional Experto en Coaching, “lamentablemente, como en muchas nuevas profesiones, el intrusismo existe y más cuando estamos hablando de una palabra que está de moda y que vende”. Hoy en día se habla de coach en todos los sectores: «coach de la cocina», «coach musical», incluso hasta «coaching para el pelo». Con el fin de no perderse en este “maremágnum” Cru aconseja “comprobar que la escuela de coaching en la que vayamos a recibir formación esté debidamente certificada, es decir, que cuente con programas formativos con certificación oficial. Del mismo modo, será necesario buscar referencias de los profesores que imparten las materias, si son coachs certificados, si han recibido los conocimientos adecuados, etc”. En este sentido Cru añade, “lamentablemente, existen escuelas de coaching que se dedican a plagiar programas formativos. Esto acarrea serios problemas y peligros en la formación del profesional, ya que no contará con los conocimientos necesarios ni con las herramientas debidas para ejercer la profesión de coach”.
Los peligros de una mala formación en coaching
Una vez el alumno haya recibido clases en una escuela que no sea oficial, vienen los problemas. En primer lugar, tal y como señala Cru, lo primero es que se arriesga a no ser contratado, ya que son muchas las empresas y clientes que piden referencias de los coachs a los que contratan. En segundo lugar, si consigue un proyecto, este se transformará en “un acompañamiento ineficaz por parte del coach y un proceso que se dilata en el tiempo sin ayudar al cliente a encontrar sus soluciones”, apunta el profesor del Programa Internacional Experto en Coaching. Sobre esto comenta “se aplicará un modelo en el que los principios del coaching y su metodología pueden ser confundidos con una serie de sugerencias, consejos y recomendaciones que provoquen resultados perjudiciales para el cliente”.
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