Según cuenta Francesc Robert, el coaching empresarial puede pensarse como un conjunto de técnicas y de esfuerzos focalizados principalmente en un grupo humano perteneciente a una empresa u organización. A partir de estas técnicas se apunta a lograr una mayor eficiencia en los resultados, alcanzando la máxima motivación en los trabajadores y, también, una mayor satisfacción personal para ellos.
En otros términos, se puede decir que el coaching no es una terapia, sino una forma de entrenamiento en el ámbito de los negocios. Es llevado a cabo por un especialista con experiencia para alinear estrategia y planes operativos, a la vez que acompaña el diagnóstico de los problemas organizacionales.
Según Francesc Robert Ribes, de OCTAPRIS INVESTMENTS SLU, el coaching empresarial está inspirado en el coaching deportivo, buscando, con el entrenamiento de las personas que forman parte de las empresas, el desarrollo de sus habilidades y competencias. El avance individual de los componentes de las organizaciones genera notorios avances en al aprendizaje, así como en la conexión del grupo. Todo ello con una mayor eficiencia en la implementación de la estrategia.
Para Francesc Robert las 6 claves para una sesión de coaching efectiva son:
La interacción
Es necesario que la relación entre el coach y el equipo sea continua y cercana. Es decir, con un constante intercambio de información y espacio para preguntas. Permitiendo todo ello establecer avances y fracasos y también lograr que, en definitiva, ambas partes puedan sentirse completamente involucradas e implicadas en la búsqueda de los objetivos planteados.
El enfoque
En segundo lugar, el coach debe ser capaz de centrar la atención en las conductas que pueden mejorarse, estableciendo objetivos en cada sesión, para avanzar en la mejora. Ello se logra utilizando un lenguaje claro y preciso, que debe ser directo para que las personas entrenadas puedan comprender cuáles son los aspectos mejorables. Esto permitirá que las sesiones sean productivas y que se el tiempo para alcanzar los objetivos anteriormente mencionados.
La claridad y la metodología
Robert explica que las metas de las sesiones deben estar definidas claramente, logrando de esa manera un mejor flujo en las conversaciones entre el coach y el equipo o las personas entrenadas. Para alcanzar esto, es necesaria una planificación de las fases a seguir para hacer más productivas las sesiones de coaching.
La responsabilidad compartida
Otra de las claves destacadas por Francesc Robert Ribes es la responsabilidad compartida. Igual que en el deporte, tanto el equipo como el coach deben ser capaces de asumir la responsabilidad en los objetivos planteados. Esto dará lugar a una mejora continua en el desempeño del trabajo. Es clave compartir la responsabilidad entre todas las personas que participen en las sesiones, a fin de tener al equipo y al coach empujando hacia la misma dirección.
El respeto
Finalmente, el principio de respeto debe ser compartido entre el equipo de trabajo y el coach en todo momento. El coach debe estar legitimado por el equipo del mismo modo que éste debe creer en las personas entrenadas. Así, los intercambios no solamente serán fluidos, sino que estarán sostenidos sobre la base de la confianza en lo que se está haciendo y sobre el intercambio cordial de información con un objetivo claro para la organización.
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