El coaching empresarial se ha convertido en una herramienta casi indispensable en las compañías debido a la complicada situación y al entorno cambiante en el que nos hemos acostumbrado a vivir durante estos dos últimos años.
Uno de los motivos que ha marcado el auge de la implantación de programas de coaching ha sido su democratización, es decir, el coaching ha estado históricamente orientado al nivel ejecutivo en las organizaciones, pero ahora cualquier empleado de la plantilla – independientemente de su cargo – puede contar con un coach que le acompañe en su desarrollo tanto profesional, como personal.
Los estudios demuestran que un coaching individual virtual puede mejorar el bienestar, la salud mental en los coachees porque refuerza sus capacidades de autoconsciencia y regulación emocional. Y la posibilidad de personalizarlo en función de las necesidades específicas de cada persona, hace que estos programas sean particularmente eficaces.
Por ello, con motivo del día internacional del Coach, el seis de abril, los coaches y expertos de CoachHub comparten algunos de los ejercicios más destacados:
- Autoevaluaciones y ejercicios de autorreflexión: es el primer paso a la hora de iniciar un programa de coaching, ya que una evaluación de autorreflexión ayuda a tener claridad sobre los objetivos individuales y el potencial de crecimiento del coachee. Además, le permitirá crear conciencia sobre sí mismo, sus puntos fuertes y sus áreas de desarrollo. Una vez hecha esta autoevaluación, se pueden establecer los objetivos del coaching.
- Plantear los objetivos estratégicos: en esta fase coach y coachee trabajan juntos para determinar los hitos, los ejercicios y las microformaciones a llevar a cabo para conseguir los propósitos. La evaluación inicial también determinará el camino de la formación y se centrará en mejorar los puntos débiles y trabajar las necesidades de cada coachee. Los objetivos individuales suelen definirse utilizando el marco SMART, es decir, son metas específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con un plazo determinado.
- Identificar y activar los puntos fuertes individuales: como parte del marco de coaching holístico de CoachHub, los coachees trabajan para conseguir los propósitos mediante el descubrimiento de las fortalezas de sus coachees. Y este proceso se lleva a cabo centrándose en mejorar los puntos fuertes ya existentes, en lugar de focalizarse en las debilidades. El coaching basado en los puntos fuertes es un enfoque común utilizado por muchos coaches, especialmente en el entorno digital.
- Desarrollar las habilidades de comunicación, la regulación emocional y la resiliencia: cifras de CoachHub señalan que la comunicación es la soft skill más utilizada por directivos de nivel medio y superior, por lo que, dada su importancia es fundamental hacerla llegar al resto de la plantilla para fomentar un entorno de trabajo de confianza, en el que la conversación entre líderes y empleados sea fluida. Además, una buena comunicación facilita también hablar de las emociones o posibles problemas, lo que nos lleva a las otras dos soft skills relevantes: regulación emocional y resiliencia. Entendidas como la capacidad para manejar las emociones adecuadamente y la capacidad de adaptación al cambio, respectivamente. Ambas se pueden mejorar con sesiones de microtareas como nombrar sus emociones (decir cómo se sienten), practicar técnicas de mindfulness o hacer pequeños descansos para desconectar.
- Celebrar las victorias y los logros: el coaching puede proporcionar a los profesionales el espacio y el tiempo necesarios para pararse a reconocer sus logros y celebrarlos. Es necesario saber ver que han conseguido los logros y disfrutar de ello. Sin embargo, es algo que a mucha gente le cuesta hacer, por lo que el coaching puede ayudar a darle la importancia que merece y animar al coachee a celebrarlo.
Si a todo ello le sumamos la posibilidad de que el coaching sea digital, incrementamos la accesibilidad para el usuario. Entre los elementos importantes del coaching remoto se incluyen su estructura logística, la orientación personalizada, la conexión entre coach y coachee y un enfoque centrado en el crecimiento y el desarrollo. De esta forma, empleados y ejecutivos reforzarán su relación, crearán equipos más productivos y afrontarán juntos y más unidos los retos que se presenten.
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