En diversos aspectos de la vida el fracaso puede verse como algo negativo e indeseable, la representación de un gran obstáculo, pero esto no significa que sea el fin de todo, siempre hay aprendizajes que representan una nueva oportunidad. El sentimiento de fracaso suele producirse cuando no alcanzamos un objetivo, sobre todo cuando nos ponemos metas poco realistas o idealizamos situaciones.
De cada falla es posible aprender y convertirla en crecimiento personal, la capacidad que tienen las personas para aprender de sí mismas y dar la bienvenida a nuevas experiencias, aunque estas puedan representar un desafío. ¿Cómo lidiar con el fracaso y crecer personalmente? Para asesorarnos en el tema, la plataforma de educación online Aprende Institute, y Nallely Gámez, docente en Inteligencia Emocional comparten los siguientes tips:
Desarrolla tu inteligencia emocional
La inteligencia emocional es una habilidad que se puede cultivar para ayudarnos a enfrentar las situaciones difíciles y convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. Ésta te permitirá lidiar con el fracaso y alcanzar tu desarrollo por cuatro medios principales:
- Emocional. Lograrás una actitud más empática, relaciones más armoniosas, mayor capacidad para adaptarte al entorno social en el que te encuentras, incremento de tu autoconciencia y equilibrio de tus emociones, expresando serenidad incluso en momentos difíciles y desagradables.
- Físico. La serenidad, el amor y la alegría son estados emocionales que nos permiten contraer menos enfermedades y recuperarnos más rápido, por otro lado, la ansiedad y la tristeza empeoran la situación ante cualquier malestar físico.
- Académico. La educación socioemocional favorece el desempeño académico, pues brinda a los estudiantes herramientas para enfrentar de manera racional y consciente sus frustraciones y logros, gracias a que estimula la automotivación, la persistencia, la tolerancia a la frustración y la estabilidad.
- Laboral. Permite desarrollar e impulsar el desempeño, motivación, crecimiento y productividad de sus trabajadores.
Alimenta tu autoestima.
La autoestima muestra la forma en la que nos relacionamos con nosotros mismos, esta valoración no depende de nuestras características ni posesiones, sino de nuestra propia aceptación, de las elecciones que hacemos, la honestidad de nuestra relación con la realidad y nuestro nivel de integridad. Puedes fortalecerla con 4 métodos:
- Autoconocimiento. Reconocerse a sí mismo ayuda a respaldar nuestras decisiones y acciones, al entender el porqué de nuestras actitudes, incluso serás más susceptible a reconocer cómo las palabras impactan en alguna persona o situación.
- Aceptación. Implica reconocer cómo fue tu pasado y aceptar tu presente, para una relación más sana contigo mismo y con la realidad. Liberas el resentimiento, la culpa o la vergüenza.
- Responsabilidad personal. Es la capacidad de cubrir tus necesidades y lograr tus metas, elegir la actitud, las acciones y el comportamiento que te lleven a donde quieres llegar, además de poder decidir cómo responder a las situaciones que están fuera de tu control.
- Autenticidad. Poder ser tu mismo, asumirte como una persona valiosa e importante, sin miedo a que otros perciban los defectos o errores y desplegando con confianza tus fortalezas de carácter.
Vive con apertura al cambio
El cambio a nivel personal depende de ti mismo, solo tú puedes llevar a cabo una serie de acciones que transformen tu actitud y favorezca tu crecimiento personal. Estas son las siete principales etapas por las que pasas cuando te enfrentas a un cambio:
- Choque. Estado de parálisis provocado por un sobre análisis o bloqueo emocional, cuando nos exponemos a una perspectiva de cambio y nuestra mente racional aún no lo ha procesado por completo.
- Negación. Fase en la que negamos el cambio, durante esta etapa se cierran los ojos ante la realidad y cualquier evidencia de que la transformación está ocurriendo.
- Ira: Cuando no se puede seguir negando el cambio, es común tener impulsos de rabia, frustración e ira.
- Negociación. Intentamos encontrar una salida, aunque con una resistencia, ya que buscamos una «solución» para evitarlo.
- Depresión: Finalmente aceptamos que el cambio es inevitable, aunque cuesta aceptarlo con agrado, lo que puede causar depresión o irritación.
- Etapa de prueba. La resistencia al cambio va desapareciendo, es necesario reaccionar y buscar soluciones realistas, de esta forma se buscan nuevos patrones para afrontar la realidad y adaptarnos a ella.
- Aceptación. Encontrar el equilibrio que se había perdido con el cambio, se ponen en práctica nuevos patrones de comportamiento, adaptando las herramientas que te ayudan a reconstruir la identidad bajo nuevas circunstancias.
Las necesidades se encuentran en constante cambio, pues conforme obtengas un crecimiento personal, encontrarás nuevos retos y formas de mejorar tu vida. A medida que avanzas y encaras los desafíos con esta perspectiva, te liberarás de la insatisfacción y el dolor emocional, ya que sabrás cómo dirigirte a lo que realmente quieres sin temer al fracaso.
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