¿Cómo encontrar tu vocación?

Todo el mundo tiene una vocación y encontrarla depende de uno mismo. Solo así se consigue alcanzar la máxima satisfacción con el trabajo desarrollado o con los estudios que se siguen a lo largo de la vida. Dedicarse a labores profesionales que nos apasionan permitirá que contemos con mayores recursos para disfrutar del trabajo, tomando en consideración tanto las funciones y actividades para la que hemos sido contratados, como ser selectivos a la hora de escoger el campo de trabajo y el tipo de empresa donde deseamos poner en práctica nuestros conocimientos. “La realización y el desarrollo del propio potencial es también algo importante para vivir una vida más feliz y significativa”, destaca Paolo Lombardo, responsable del máster de Recursos Humanos en EUDE Business School. 

Para los estudiantes, elegir una profesión que les apasione hasta el punto de que sientan que no se trata solo de un trabajo remunerado les permitirá mejorar cada día su desempeño laboral, poniendo a prueba su creatividad y facilitando además el compromiso en que se fundará la relación de trabajo dentro de la empresa, con el objetivo final de intentar alcanzar la excelencia.

EUDE Business School enumera a continuación las claves para encontrar la vocación de sus futuros estudiantes:

– Conocer y analizar tus habilidades y competencias personales. Evalúa cuáles son tus mejores capacidades y competencias, cuáles son tus puntos fuertes y tus puntos de mejora, y qué es lo que mejor se te da para enfocar tu trayectoria profesional. Lombardo reconoce que “si el alumno compara sus competencias personales con las requeridas para cursar un determinado programa formativo, evitará inconvenientes y dificultades durante el tiempo que esté desarrollando el programa de postgrado escogido”.

– Imaginar lo que se deseaba siendo niños. Los niños no tienen ideas preconcebidas sobre cómo tienen que actuar y esto les permite expresar sus sueños para el futuro. “El problema es que perdemos esa inocencia cuando crecemos y creemos que no debemos soñar, pero este pensamiento solo nos lleva a olvidarnos de lo que realmente deseamos”, señala Lombardo.

– Evitar ceder a la presión del entorno. Lo más conveniente es afrontar tus propias ideas sin dejarte llevar por los comentarios ajenos. “Hay que saber escuchar los consejos, pero sin olvidar qué es lo que realmente se quiere a nivel personal” –recuerda Lombardo- “Son comentarios que pueden causar más dudas, temores e, incluso, remordimientos por no haber hecho lo que se siente”.

– Controlar el miedo a lo desconocido. Es una tendencia bastante asentada temer aquello que es extraño y de lo que no tenemos conocimiento. Pero no enfrentarlo o darle una importancia desmedida supone un freno hacia el desarrollo de nuestra vocación y, por ello, “hay que pensar qué es lo que nos detiene”, sentencia.