En pleno auge de las redes sociales y con ello la tendencia y afán de potenciar la marca personal de los profesionales, las grandes empresas se encuentran ante la tesitura de no saber como medir o incluso controlar la delgada linea que separa lo personal y lo profesional entre los comentarios públicos de sus empleados.
¿Que podría regular o que no, una empresa? En este debate en la última semana dos de los grandes grupos mediáticos de Europa han publicado sus «normas de usos de redes sociales», con el debate que ello supone de cara a la medición entre lo privado y lo público.
El grupo de BBC News ha publicado esta misma semana las nuevas lineas a considerar entre sus empleados en torno al manejo de las redes, entendiendo que en las redes también está en juego la reputación de la marca BBC. Una de las sugerencias es la no publicación de su cargo en el medio, de forma que aquello que se publique sea a modo personal y que nadie pueda deducir, que es en representación del medio.
Otro de los consejos es el de tratar de no mostrar la tendencia política con finalidad de mantener la objetividad de la marca, teniendo cuidado incluso de las personas a las que siguen y su ideología.
Por otra parte el consejo de administración de RTVE distribuyó su documento de normas de uso de redes sociales en el que se regula el uso de los perfiles vinculados al grupo, es decir regularizar aquellos perfiles que sean identificados con RTVE, quedando fuera aquellos que sean de uso personal.
Por lo contrario el ente incluye alguna norma que no ha calado del todo bien, como por ejemplo el echo de no poder compartir noticias que no fueran publicadas anteriormente por RTVE . Esto supone que no podrían hacerse eco de noticias de otros medios, o simplemente de noticias que RTVE no hubiera considerado oportuno publicarlo.
Según consulta realizada al personal brander Oianko Choperena experto en marca personal, el debate entre lo privado y lo público es una delgada linea roja difícil de diferenciar, las empresas se están dando cuenta que la marca personal de sus empleados muchas veces es incluso mas influyente que la propia empresa, por lo que esto preocupa cada vez mas. ¿Qué hacer? Según Oianko Choperena, las empresas de índole público tienen que saber lidiar esta situación, y no les queda otra opción que mirar el lado bueno de las redes e intentar adaptarse a estos medios que por suerte a día de hoy no pueden controlar. No podemos pretender medir, limitar e inducir en criterios personales, es un grave error, hay que intentar adaptarse, y ver lo positivo de cada marca personal de los empleados, aprovechando los valores y fortalezas de cada uno por el bien de la empresa.
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