En el verano, mientras las temperaturas aumentan y las rutinas diarias cambian, es crucial mantener hábitos saludables no solo para el bienestar general, sino también para mejorar el rendimiento en el trabajo. La Asociación Española Contra el Cáncer ha lanzado la Guía de Alimentación Saludable: ¿Cómo mantener unos buenos hábitos en verano para prevenir el cáncer?, destacando que adoptar un estilo de vida saludable puede reducir hasta en un 18% la probabilidad de desarrollar cáncer. ¿Cómo puede traducirse esto al ámbito laboral?
Mantener una Alimentación Saludable
La guía subraya la importancia de mantener una dieta equilibrada y atractiva durante el verano. La monotonía de comidas puede llevar al desánimo, por lo que es esencial tener una variedad de recetas frescas y apetecibles. Para los trabajadores, una alimentación saludable y variada ayuda a mantener niveles constantes de energía y evita los picos glucémicos que pueden llevar a la fatiga y la falta de concentración en el trabajo.
Comer Saludable Mayor Parte del Tiempo
Priorizar alimentos naturales y saludables no solo reduce la ansiedad por comer ultraprocesados, sino que también contribuye a un equilibrio en la microbiota intestinal. Esto se traduce en una mejor digestión y niveles de energía más estables, permitiendo a los empleados estar más enfocados y productivos durante su jornada laboral.
Mantenerse Activo
El buen tiempo veraniego ofrece una excelente oportunidad para incorporar más actividad física en la rutina diaria. Ya sea a través de caminatas, ciclismo, natación o senderismo, mantenerse activo es fundamental para la salud física y mental. Para los profesionales, una mayor actividad física puede reducir el estrés y aumentar la creatividad y la productividad en el trabajo.
Ser Previsor
Durante el verano, las reuniones sociales y las salidas a terrazas se incrementan. Es importante ser previsor y optar por opciones saludables cuando se está en casa. Preparar comidas saludables con antelación (batch cooking) y llevar snacks sanos puede asegurar que se mantenga una alimentación equilibrada, incluso en medio de un calendario social más activo. Esto, a su vez, ayuda a mantener la energía y el bienestar, factores clave para un buen rendimiento laboral.
Hidratación Adecuada
La deshidratación es un riesgo común en verano y puede afectar significativamente la concentración y el rendimiento en el trabajo. La guía recomienda beber agua regularmente y evitar refrescos azucarados y bebidas alcohólicas. Mantenerse bien hidratado asegura que el cuerpo y la mente funcionen de manera óptima, mejorando así la eficiencia y la capacidad de resolver problemas en el entorno laboral.
Adoptar hábitos saludables durante el verano no solo es crucial para la prevención de enfermedades como el cáncer, sino que también juega un papel vital en el rendimiento laboral. Una buena alimentación, actividad física regular, planificación adecuada y una correcta hidratación pueden hacer una gran diferencia en cómo nos sentimos y desempeñamos en el trabajo. Así, cuidarse en verano se convierte en una inversión tanto en la salud personal como en el éxito profesional.