Se habla mucho de ello en el mundo de los Recursos Humanos, pero ¿sabemos realmente lo que significa «cohesión de equipo»? Volvamos a lo básico: la cohesión de equipo se define como un grupo de personas que comparten una visión, unos valores, una trayectoria y unos objetivos comunes. Esto está estrechamente relacionado con el sentimiento de pertenencia a un grupo, y más concretamente – en nuestro caso – a la empresa que:
- representa estos valores y objetivos
- marca la trayectoria que todos los empleados deben seguir.
Fomentar la cohesión del equipo en el lugar de trabajo ofrece múltiples ventajas:
- aumento de la productividad y el rendimiento
- mejor ambiente de trabajo
- mayor interacción entre los distintos departamentos y profesiones
- mayor rentabilidad para la empresa
- mayor bienestar de los empleados.
1.Desarrollar las habilidades interpersonales
Si tiene talento en su empresa, eso es bueno. Tener talento que sepa reconocer y desarrollar las habilidades de los demás es aún mejor. Una empresa siempre se beneficiará de tener empleados que sepan trabajar en simbiosis y utilizar sus habilidades para alcanzar objetivos comunes.
La colaboración es el primer paso hacia la cohesión del equipo: los empleados están más motivados, son más productivos y contribuyen a la inteligencia colectiva cuando trabajan en equipo. Todos comparten el mismo objetivo: contribuir al edificio y co-construirlo.
Los directivos deben tomar la iniciativa. Si lo necesitan, existen cursos de formación sobre el tema para sensibilizarles y ayudarles a desarrollar la cohesión de sus equipos.
A largo plazo:
- ayuda a sus talentos a trabajar juntos en proyectos comunes,
- les da las herramientas para colaborar eficazmente
- anima a compartir competencias y conocimientos.
A corto plazo
- organizando momentos álgidos que creen vínculos.
No hay nada como un seminario o un evento de team-building para desarrollar el espíritu de equipo y reforzar (o incluso crear) los vínculos entre las diferentes personas que componen su organización a diario.
2.Construir una cultura corporativa y una dinámica compartida
Una cultura corporativa influyente implica a los miembros del grupo en una visión compartida. Es una excelente manera de unir a las personas, que se conozcan y estrechen lazos. A largo plazo, los empleados no sólo están más comprometidos, sino que también son más leales, porque se sienten vinculados a la empresa (su ADN, su mundo… en definitiva, su cultura).
Dentro de una misma organización, las emociones y los recuerdos fuertes animan a los empleados (primera recaudación de fondos, cambio de dirección, olimpiadas, aniversario de la empresa, etc.) y forjan la mentalidad, lo que contribuye directamente a la cohesión del equipo.
El sociólogo Durkheim escribió en su día: «lo que expresan las representaciones colectivas es la manera en que el grupo se piensa a sí mismo en sus relaciones con los objetos que le afectan».
En otras palabras, la representación que comparten los empleados contribuye a definir el estado de ánimo del equipo y de la empresa y, por lo tanto, la forma de trabajar juntos.
Una cultura de empresa construida en torno al bienestar y el deporte puede ser una forma de construir un equipo. Si organiza competiciones o cualquier otro evento de bienestar o solidaridad, sus empleados se sentirán motivados para alcanzar juntos este objetivo. ¡Podrán superarse colectivamente por su empresa!
3.Crear momentos de cohesión y solidaridad interna
Los eventos y momentos compartidos motivan a los empleados a superarse y mejorar su rendimiento. Son palancas esenciales para desarrollar el apoyo mutuo y reforzar las relaciones. Los momentos de solidaridad interna crean recuerdos y unen a los equipos con buen humor.
El éxito colectivo también significa que el mérito es de todos y no individual.
En una empresa, cada uno contribuye a su manera, ya sea que trabaje en marketing, desarrollo de productos, finanzas u otras áreas. Pero cuando una actividad física o de bienestar la practican varias personas, es más difícil juzgar los talentos individuales porque el rendimiento es muy interdependiente. Por otra parte, es crucial que cada persona elija el trabajo que más le conviene (lo que requiere un buen autoconocimiento) para ofrecer el mejor rendimiento posible. Esta es LA clave para crear un verdadero espíritu de equipo.
4.Celebrar y valorar el rendimiento individual y colectivo
No hay éxito pequeño, y todos los éxitos deben celebrarse: tanto si se trata de un rendimiento individual que contribuye al rendimiento global del equipo, como de un reto asumido conjuntamente, todos los éxitos deben valorarse. Esto es ideal para el desarrollo de cada empleado, pero también para forjar vínculos y reforzar el sentimiento de pertenencia.
Por ejemplo, durante una sesión de hackathon, no dudes en mezclar equipos en diferentes grupos de trabajo para romper silos, desarrollar un sano espíritu competitivo y fomentar la cohesión dentro de la empresa.
5.Elegir al líder adecuado
No puede haber cohesión de equipo sin un capitán. Debe seleccionarla cuidadosamente porque es responsable del resultado final y de las relaciones entre los individuos. Para estar a la altura de los retos y movilizar a los empleados, el líder debe unir a las personas usando las palabras adecuadas.
La revista Business Harvard ha clasificado las cualidades de un buen líder. Entre ellas figuran generar confianza, animar a los miembros y tener un impacto positivo en el futuro. En comparación con un simple grupo de individuos sin líder, un equipo dirigido por un capitán tiene más probabilidades de recuperarse de los malos momentos.
Objetivos: no regalar nada, crear un sentimiento de pertenencia y creer en ella hasta el final. Este líder representará a la empresa (como un embajador) y sus misiones ante el mundo exterior. Será testigo de la vida de la empresa y llevará el mensaje de la empresa al exterior, desempeñando un papel activo en la promoción de la marca empleador.