En un mundo digital en constante expansión, donde los sitios web y productos digitales desempeñan un papel central en la vida de las personas, la relación entre la experiencia del usuario (UX), el diseño de la interfaz (UI) y la salud mental se ha convertido en un punto de interés creciente. En este sentido, las prácticas de diseño UX/UI que definen el modo en que se presenta un producto no sólo configuran la forma en que se interactúa con el mismo, sino que también pueden tener un profundo impacto en el equilibrio emocional.
Por ello, los expertos de la escuela tecnológica Ironhack presentan cinco formas en las que los productos digitales pueden beneficiar la salud mental, gracias a las buenas prácticas de diseño UX/UI:
- Facilitar la interacción: La simplicidad es la clave para una experiencia digital positiva. Los diseñadores tenemos el deber de reducir la sobrecarga cognitiva y la frustración en el uso del producto. Esto no sólo hace que la experiencia sea más agradable, sino que también puede reducir los niveles de estrés asociados a las interfaces complicadas.
- Información clara e inmediata: la ansiedad y la incertidumbre suelen surgir cuando los usuarios no están seguros de si su acción ha tenido éxito. Proporcionar información contextual tras una acción del usuario es esencial; por ejemplo, al comprar online, el sitio web debe notificar al usuario que la acción se ha completado con éxito. Esto ayuda a reducir los sentimientos negativos, aumentando la confianza y la sensación de control.
- Diseño inclusivo y accesible: Al tener en cuenta la diversidad de usuarios, los diseñadores pueden crear productos digitales accesibles para todos, independientemente de sus conocimientos tecnológicos. Esto no sólo mejora la experiencia de todos los usuarios, sino que también fomenta un entorno digital inclusivo y empoderador.
- Personalización y relevancia de los contenidos: Los productos digitales que ofrecen contenidos personalizados y relevantes pueden aumentar la satisfacción del usuario y su conexión con la plataforma. Al sentirse valorado y comprendido, es más probable que el usuario experimente sentimientos positivos, reforzando así su bienestar mental.
- Diseño orientado a la empatía: Es esencial que un diseñador comprenda las necesidades, emociones y perspectivas de los usuarios. Los diseñadores que priorizan la empatía, en lugar de notificaciones excesivas y scrolls interminables que conducen a un comportamiento compulsivo, tienen más probabilidades de hacer que los usuarios se identifiquen con los productos o servicios, lo que conduce a respuestas emocionales más positivas y a una sensación de ser comprendidos.
Según Micael Katzman, Lead Teacher UX/UI de la escuela tecnológica Ironhack, «cada vez se reconoce más que ciertas experiencias de los usuarios pueden tener efectos negativos en sus emociones, actitudes y bienestar general. Por ejemplo, hay productos digitales que están específicamente diseñados para ser adictivos mediante el abuso de los sistemas de recompensa o satisfacción humana, y según datos de Unicef España el uso prolongado de las redes sociales puede estar relacionado con una mayor propensión a desarrollar trastornos como la depresión y la ansiedad debido a promover las cámaras de eco. Por lo tanto, como diseñadores tenemos la responsabilidad de pensar y actuar sobre las consecuencias que estos productos tienen sobre el bienestar psicológico de los usuarios».