En primer lugar, de sí misma. Esta figura no aparece por sorpresa, ha estado en el horizonte empresarial desde la década de 1960. A medida que se comienza a ver la importancia de la inversión emocional de los consumidores como clave comercial, la respuesta del mundo corporativo produce el efecto contrario.
Se ensalza la libertad de las personas, la apertura al mundo, los viajes, y la aventura, al tiempo que alimentando la precariedad entre los empleados.
Impulsados por las redes sociales, que actúan como altavoces para los mensajes de marca cada vez más moralistas sobre la vida que los consumidores deben esperar, la brecha entre la aspiración y la realidad se amplía. Y detrás, nuevas “enfermedades” ahora ya cada vez más conocidas: burn-out y agotamiento.
Y así es como el Director de Felicidad hace su gran entrada en el “top ten” de nuevos trabajos en el mercado laboral. Porque hacer felices a los empleados es ahora una necesidad.
La misión del Director de Felicidad (Chief Happiness Officer)
Según un estudio realizado por Stimulus Conseil, el 52% de los empleados dicen que sufren ansiedad en el trabajo y el 32% están deprimidos. Lograr la felicidad en este contexto está lejos de ser fácil.
Para tomar medidas, el CHO tiene que utilizar diferentes palancas de acción. De una manera muy simplista vamos a repasar algunos de los ámbitos fundamentales sobre los que el CHO debe trabajar:
Asegurar que todos los empleados reciban el mismo trato
Esto parece obvio, pero la desigualdad es una de las principales causas de rotación en el mundo laboral.
Un reciente estudio muestra que sólo el 44% de los empleados dicen sentirse valorados por su empleador. El respeto del empleador al empleado es un componente esencial del bienestar en el trabajo.
Fomentar el sentido de pertenencia
Según la pirámide de Maslow, si no se satisfacen las necesidades primarias de un empleado, no tiene sentido tratar de satisfacer su necesidad de estima personal, que es un motor esencial de la percepción de la felicidad.
Escucha activa: dar voz a todos los empleados
Todos dentro de una organización tienen que ser escuchados. Para ello, necesitan poder dar voz a sus ideas y deben tenerse en cuenta. Ya sea a través de una llamada telefónica, un correo electrónico o comentarios sobre su trabajo, necesitan saber que alguien los está escuchando y se les toma en consideración.
Compartir más allá del espacio de trabajo
¿Qué significa esto en la realidad? Crear oportunidades para compartir y reunirse, como explica Charlotte, Chief Happiness Officer en Sodexo: «Soy responsable de traer amabilidad al edificio. Para ello, organizo unas quince actividades internas y eventos cada mes en torno a cuatro temas. Hay actividades de «bienestar» con cursos de yoga, pilates y sesiones de osteópatas pop-up. También hay talleres grupales, como por ejemplo de costura o canto. Por último, están los torneos deportivos corporativos que también tienen mucho éxito».
«Al generar bienestar, hay una sensación de hacer la vida diaria de los empleados más fácil y su compromiso con la empresa y su desempeño mucho mayores».