BeOm, el espacio dedicado a la gestión del estrés en el entorno laboral, ha celebrado hoy el primer Foro de Salud Emocional de España. Marina Mayar, CEO y Emotional Trainer en BeOm ha profundizado, junto a una “tripulación” de excepción: Aurea Benito, Corporate People Director ISDIN, AEDRH Vicepresident, Diana Arias, Chief People Officer en VICIO y Silvia Bonich, Co-Founder en The Energy Lab, en las claves para crear trabajadores felices y satisfechos (‘wow’, como ella los define) capaces de inspirar a aquellos que tienden a generar un ambiente tóxico en el espacio laboral (también definidos por ella como los ‘buf’).
Al inicio del acto, moderado por Tania Planes, Socia y Business Partner en Konsac, Marina Mayar ha explicado que ella concibe la vida como un viaje. Y, con el tiempo, ha tomado las riendas del suyo. Sin embargo, en su experiencia personal, no siempre fue así. Su auto exigencia y el estrés desembocaron en 2016 en la pérdida del 50% de su audición, que nunca ha podido recuperar. Por eso ha decidido organizar este encuentro: para contribuir a crear trabajadores ‘wow’ y que los ‘buf’ se contaminen de ello.
La pregunta que surge de este contexto es: ¿Por qué cuesta tanto retener el talento? A esta y otras importantes cuestiones ha dado respuesta hoy el evento Viaje al futuro emocional del trabajador.
¿Gran renuncia o cambio de tendencia?
En nuestro país, en 2022, más de 70 mil trabajadores dejaron su puesto y el 64% de los españoles con trabajo se encuentra en búsqueda de empleo y en Estados Unidos más de 14 millones de personas abandonaron sus empleos en 4 meses. Ante la primera pregunta, acerca de la famosa “gran renuncia, Diana Arias, Chief People Officer en VICIO, ha abierto la puerta a un cambio de tendencia en el sector, abordándolo como un movimiento laboral más amplio, y aboga por “apostar porque los trabajadores se sientan comprometidos con el proyecto”.
El estrés, ese elefante en la habitación
Aurea Benito, People Director ISDIN, AEDRH Vicepresident ha citado a Descartes, que en sus últimos días de vida afirmaba que se arrepentía de “haber sufrido miles de desgracias que jamás he vivido” para mostrar que el miedo está en la naturaleza de las personas. Y, aun así, es único para cada una. A equivocarnos, a no encajar, y, a algo muy común: la incertidumbre. Por ello, afirma: “El rol de las compañías es cuidar y retar, creando experiencias que nos hagan mejores”.
Sobre este punto, Marina Mayar cuenta que desde BeOm observan que: “Hemos normalizado vivir en el estrés. Siempre estamos cansados, pero nos decimos a nosotros mismos que tenemos que estar bien”. Y recalca la importancia de observar cómo nos sentimos y qué cosas de nuestro alrededor pueden estar afectándonos negativamente para identificar esas red flags.
El desarrollo personal y la importancia del propósito para una vida laboral más feliz
Al igual que los miedos, las motivaciones también son distintas para cada persona. Por ello “es importante conocerse como líder y conocer a los empleados: sus necesidades e inquietudes, para alcanzar el equilibrio”, ha apuntado Diana Arias, de VICIO.
Esto lleva a preguntarse a Aurea Benito, de ISDIN, qué podemos enseñar para facilitar el crecimiento. En sus palabras: “Yo creo que enseñar un idioma: con el que nos hablemos a nosotros mismos. Si encontramos la conexión entre qué hacemos y por qué lo hacemos, ese propósito nos lleva a vivir más felices”.
En este sentido, Tania Planes ha puesto el foco en el carácter impaciente de las nuevas generaciones y en la necesidad de adelantarse al futuro. Y es que, hoy en día los jóvenes de entre 20 y 35 años pasan, de media, entre 1 y 3 años en cada trabajo, tal y como ha comentado Marina Mayar. Además, el hecho de sentirse valorados juega un papel crucial para ellos, y no tienen miedo a irse. “Y quizás sea algo positivo, quizás debamos aprovecharnos de esta inquietud y ambición”, ha proseguido Marina.
Según Diana Arias: “Tras la pandemia, todos nos planteamos qué hacemos y por qué lo hacemos. Los equipos de personas tenemos este reto: hacer que tenga sentido ir a trabajar, además de detectar y ayudar a los líderes a hacerlo bien y que todos estén alineados”.
El paso a la acción: ¿Qué pueden hacer las empresas para fidelizar el talento?
Silvia Bonich ha destacado la importancia de fidelizar el talento desde el inicio. Dar valor al factor personal, ya que: “En el proceso de selección ya tienes al candidato, pero no conoces a las personas”. Asimismo, resalta algunos puntos clave, como: fomentar la comunicación, reconocer y celebrar éxitos, proponer acciones para conciliar la vida personal y la profesional y fomentar una visión compartida para tener personas implicadas y comprometidas con el proyecto.
Marina Mayar, además, ha insistido en la necesidad de parar y analizar. Y, sobre todo, de preguntar. Aurea Benito coincide en este punto con Marina y compara el compromiso con el enamoramiento. Así, afirma que el camino para que las personas se enamoren de su trabajo pasa por preguntarles y ayudarles a descubrir su propósito para tratar de hacer un match con lo que la compañía puede ofrecerles.
Diana Arias ha añadido un punto importante en relación con el talento joven: averiguar qué les motiva al contratarlos. Construir con ellos su propio propósito de vida que, a su vez, contribuya a nuestras organizaciones.
Las red flags. ¿Cómo detectarlas y qué se puede hacer para ayudar al trabajador que sufre?
Marina Mayar ha hablado de la detección en dos sentidos; el primero, “de piel para dentro”, ya que cada uno puede identificar su estrés observando las reacciones de su cuerpo. Y, segundo, “de piel para afuera”. Este último es competencia de los managers, que deben detectar indicios de sobrecarga, agotamiento e, incluso, mala comunicación entre el equipo.
En definitiva: “Preguntar por el bienestar y ofrecer comprensión y descanso”, ha resumido Diana Arias.
En cuanto a los recursos, Marina Mayar ha hablado de la continuidad como clave para el éxito, por encima de pumps puntuales: “Crear un viaje para el trabajador y para la empresa y consultar, entre parada y parada, ¿cómo estás?”. Aunque “el primer trabajo empieza por uno mismo”. Una de las acciones más relevantes es pedir ayuda. Desde BeOm trabajan a través de charlas, cursos, actividades desde el juego para que las personas aprendan a gestionarse emocionalmente. Y así, poco a poco, construir valores de empresa y personas más sanas, sin miedo a escucharse y a expresarlo ante los demás.
Silvia Bonich ha querido destacar la necesidad del contacto con la naturaleza, el sol, una buena alimentación y el descanso para generar energía que nos impulsa en el día a día.
Para cerrar el acto, la moderadora ha abogado por la responsabilidad de todos para que las personas se sientan capaces de levantar la mano y pedir ayuda.