La Navidad es, por norma general, una época del año muy feliz para un gran número de personas, pero también tremendamente triste para aquellas que tienen que pasarla en soledad o lejos de sus familiares. Es importante saber gestionar emociones en días de especial sensibilidad y en ocasiones, hay que lidiar con altas expectativas familiares y sociales las cuales, en el caso de no cumplirse, pueden derivar en frustración o entristecimiento.
Se presupone que las Navidades son un tiempo de alegría y felicidad, pero para muchas personas son las fechas más difíciles. Aquellos que padecen problemas mentales o emocionales que conllevan una tristeza profunda, un sentimiento de soledad y de vacío o una incapacidad para conectar con los demás pueden temer a las fiestas navideñas por considerarlas “la peor época del año».
Cómo gestionar unas Navidades en soledad
Hay un número elevado de personas que pasan las Navidades solos. Esta sensación de vacío, ya sea porque no tienen familia, porque están lejos de sus seres queridos, porque vienen de una ruptura reciente o simplemente porque no les apetece estar con nadie en estas fechas, suele producir sentimientos de tristeza difíciles de gestionar y que acaban generando situaciones de estrés y ansiedad no justificadas, con las intensas ganas de querer pasar del 23 de diciembre al 7 de enero en un abrir y cerrar de ojos.
La adecuada gestión de las Navidades en soledad es cuestión de actitud. Aceptando con naturalidad los momentos de bajón emocional, es importante ser agradecido y mostrar una actitud positiva; además de intentar aprovechar estos días para hacer planes o actividades que no sueles hacer y que consigan olvidar o apartar lo que no te hace feliz. Estas fechas suponen el comienzo del año y con él nuevos propósitos que cumplir ya sean solo o en compañía.
Siete claves para cuidar la salud mental durante las fiestas navideñas
La Navidad evoca nostalgia y melancolía que afecta enormemente a la salud mental y emocional y por ello, los psicólogos de Menttum, plataforma online de salud y bienestar mental y emocional, nos dan 7 claves para cuidarla y tratar de sobrellevar estos días de la mejor forma posible sin que afecten negativamente en la psicología del individuo.
1. Tener asertividad
La asertividad es la capacidad de expresar los sentimientos de forma directa, con sinceridad y honestidad. Por esta razón, es importante respetar las creencias de otras personas del mismo modo con que respetas las tuyas propias. En unas fechas tan destacadas como la Navidad, es fundamental trasladar a la gente que te rodea tus sentimientos, aceptarlos y aceptar los de los demás.
2. Equilibrar el espacio personal con el social
Es bueno socializar y compartir momentos con personas queridas sin aislarse; pero también, encontrar espacios de intimidad en los momentos que la persona necesite y desee estar sola. Encontrar un equilibrio entre el movimiento y el respeto a nuestras necesidades es importante. No es malo tener sensaciones contradictorias en un momento determinado. Es decir, cualquier persona puede estar triste y a la vez tener alegría o agradecimiento en una celebración.
3. No hacer planes por obligación o presión social
No es necesario autoexigirse ni hacer planes por obligación. Lo importante es hacer lo que a uno le haga feliz y le satisfaga sin pensar en lo que opinen los demás. Es necesario aprender a decir que no.
4. No generar conflictividad
Pensar diferente a las personas que te rodean no tiene que generar conflictividad siempre que se plantee desde un punto de vista de respeto y tranquilidad. Es decisivo evitar conflictos y discusiones innecesarias para no generar situaciones de enfado y frustración.
5. Buscar actividades motivadoras
Aunque la Navidad no sea tu fecha favorita del año, puedes realizar planes que te motiven. No es necesario sentir el espíritu navideño, pero eso no quiere decir que no puedas continuar con tu vida y tus actividades. Piensa en lo que te gusta y aprovecha los días libres para hacerlo: viajar, leer, pintar, descubrir nuevos restaurantes, pasear… Lo importante es encontrar motivaciones con las que encuentres tu paz mental.
6. Dejar de lado los sentimientos y emociones negativas
Los sentimientos negativos hay que dejarlos cuanto más lejos, mejor. La Navidad deja los sentimientos a flor de piel, ya sea en el lado negativo o positivo; así que es hora de enfrentarse a ellos. La actitud juega un papel fundamental en cómo afrontar los miedos.
7. Fortalecer vínculos con familia y amigos
Los días de fiesta pueden ser buenos momentos para fortalecer lazos o para ver a personas que no sueles ver durante el año pero que sigues teniendo aprecio y cariño. Son momentos para encontrarse y ponerse al día con aquellas personas que no tienes tan cerca pero que te gusta tener en tu vida.
La terapia psicológica, clave para hacer frente a periodos de sobrecarga emocional
Cualquier época es adecuada para acudir a un especialista en psicología para afrontar momentos complicados de salud mental o simplemente a ver “el lado positivo” de las situaciones que se presentan en la vida. Un psicólogo te ayudará a escuchar tus necesidades y disfrutar de todos los momentos sin presión ni conflictos. «El bienestar mental y emocional es conveniente reforzarlo en las fechas navideñas. Los expertos recuerdan que es necesario estar atentos y ver cómo se encuentran nuestros familiares y amigos, así como tratar de empatizar con ellos, intercambiar emociones y sentirse escuchados mutuamente. Gracias a este contacto constante será posible afrontar con resiliencia los nuevos retos que surjan en el camino, reducir los niveles de estrés y disminuir la sensación de soledad. Un psicólogo o terapeuta ayuda a aliviar la soledad y tristeza, en muchas ocasiones inexplicable, de fechas en las que todo lo que se muestra al exterior es felicidad, paz y amor, pero tú no lo sientes como el resto», afirma Javier López, General Manager de Menttum.
Existen muchas situaciones en la vida que incitan a no querer cumplir con las convenciones sociales y las fiestas navideñas son uno de esos momentos clave. El paso está en enfrentarse a las situaciones y tomar las decisiones que nos hagan estar satisfechos con nosotros mismos, ya sea con o sin árbol de Navidad y el pavo sobre la mesa.
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