La incertidumbre que nos produce el entorno complejo en el que nos encontramos (la inflación, la subida de precios de las materias primas o el no cumplimiento de resultados), unido al esfuerzo realizado durante dos años de pandemia, nos ha llevado a un desgaste silencioso y progresivo.
Las principales consecuencias son mayores burnouts (el agotamiento crónico en el trabajo), bajadas del nivel de compromiso de los empleados y sus consecuentes pérdidas de efectividad por la falta de energía individual y grupal. Precisamente, el punto de partida contrario al que necesitamos en este escenario precrisis en el que nos encontramos.
No hay que olvidar que la Organización Mundial de la Salud compartió recientemente que los burnouts están reduciendo la productividad y efectividad de los profesionales. En enero, el organismo ingresó este padecimiento oficialmente a su Clasificación Internacional de Enfermedades y dio un plazo de 18 meses para que cada país adecue su legislación actual para su reconocimiento.
Como explica el experto en efectividad personal, Agustín Peralt, «durante las crisis, las organizaciones requieren de la mejor versión de sus empleados para soportar el duro camino que conllevan y no caer derrotados, y para esto deben ser más efectivos que nunca». En la mayoría de los casos, las compañías necesitan hacer las cosas mejor, si bien, con plantillas reducidas o reestructuraciones recientes.
Debemos de tener presente que en el primer año de la pasada crisis de 2008, 5.193 empresas presentaron un ERE en España, según los datos del ministerio, lo que conlleva que una plantilla más reducida logre los mismos o mejores resultados, una situación que puede volver a ocurrir.
En paralelo a esto, no podemos olvidar que buscar el equilibrio entre la vida privada y profesional ha ganado popularidad en los últimos años, especialmente tras la llegada de la pandemia. Un momento decisivo para muchos profesionales, quienes tuvieron un momento de parón para reevaluar sus prioridades y cuando nadie está dispuesto a renunciar a ese equilibrio. Algo que destaca Agustín Peralt, autor del exitoso libro LIDERATE a través del Método Fase, como experto enfocado en la organización y efectividad personal a nivel personal, gracias a las muchas empresas y realidades profesionales que puede conocer en su día a día.
«En situaciones complejas y de mucha presión, va a resultar difícil lograr ese equilibrio. Los profesionales deben aprender a mejorar su propia organización personal y productividad», ejemplifica Peralt.
Parece indiscutible que en este escenario precrisis, la productividad personal pase a ser una de las competencias más determinantes a cultivar y mejorar con antelación a ese difícil 2023 que nos espera. Además, es la base de la Resiliencia. Sin ser efectivos, no se puede ser resilientes. «La única solución es contar con líderes y profesionales efectivos y resilientes, de lo contrario, lidiar con el entorno va a ser imposible.«, añade el experto.
Peralt sostiene que, a nivel individual, debemos tener muy presente que soportar las existencias y la presión en los próximos meses, va a requerir nuestra mejor versión, asegurando altas dosis de efectividad individual. Cualquier profesional, directivo o empresario, con independencia de su nivel de responsabilidad y de sus circunstancias personales, «debe hacer un esfuerzo por mejorar su nivel de productividad y efectividad». Y además, las organizaciones deben ser corresponsables de esta mejora.
«Con esto, saldremos todos beneficiados. Las empresas con una mejora de los resultados en un momento que va a ser muy necesario. Y los trabajadores, que podrán conciliar y llevar una vida equilibrada sin caer en crisis personales ni burnouts. De otra forma, el burnout puede convertirse en la nueva pandemia en el 2023», sostiene.
En definitiva, cualquier organización que desee lograr enfrentarse a la complejidad que nos espera, deberá impulsar proyectos que ayuden a sus empleados a mejorar su efectividad y su propia planificación individual, para asegurar que se logran los objetivos necesarios. A su vez, ayudan a sus equipos a mantener ese equilibrio entre los distintos «dominios» que le influyen en su bienestar personal: el trabajo, la familia, el deporte, la salud, los amigos, hobbies y finanzas personales.
Según datos de la plataforma de asesoramiento profesional, Resume Lab, en su estudio «España con E de Estrés Laboral», el 67% de los trabajadores afirma haber experimentado agotamiento en su trabajo actual y el 88% asegura haber sufrido estrés laboral en algún punto de sus carreras.
En opinión de Peralt, lo que diferencia a los ejecutivos y profesionales que logran el balance definitivo de los que no, «es que no solo utilizan trucos o consejos momentáneos, sino que incorporan hábitos que realmente transforman su forma de trabajar de manera duradera».
En definitiva, cualquier organización que desee lograr enfrentarse a la complejidad que nos espera, deberá impulsar proyectos que ayuden a sus empleados a mejorar su efectividad y su propia planificación individual, para asegurar que se logran los objetivos necesarios. A su vez, ayudan a sus equipos a mantener ese equilibrio entre los distintos «dominios» que le influyen en su bienestar personal: el trabajo, la familia, el deporte, la salud, los amigos, hobbies y finanzas personales.
Peralt explica que trabajar el foco consiste en corregir todas las distracciones posibles y malos hábitos durante una jornada laboral, aquellos robatiempos que nos impiden concentrarnos. La atención plena nos permite trabajar a más rendimiento. Gracias a la sistematización, desarrollamos habilidades para asegurar una transformación duradera.
Las personas no gestionamos tiempo, sino energía. Con lo cual, hacer deporte y un buen estado emocional, nos permiten desarrollar una mejor productividad.
Agustín Peralt es experto en efectividad personal y asesor en empresas y grandes multinacionales para mejorar la efectividad entre directivos y profesionales en todos los niveles. Su Método Fase permite que cualquier persona pueda aspirar a tener un equilibrio entre lo personal y profesional, sea cuales sean sus circunstancias profesionales y personales.
En su cartera de clientes, se encuentran varios cocineros con estrellas Michelín, CEO de grandes compañías, empresarios y hasta profesionales del mundo de la salud o de las artes escénicas. También ayuda a mujeres directivas a lograr conciliar y poder aspirar a posiciones de poder y alta responsabilidad mientras aprenden a liderar su vida personal, llegando a un equilibrio entre ambas.
El experto ha liderado más de 100 proyectos desde 2013. También es autor de Los 6 pilares de la resiliencia. Un libro que nos ayuda a estar más preparado para aquellos acontecimientos que golpean nuestra vida sin previo aviso, como la pandemia del coronavirus, o las crisis económicas. Momentos en los que vamos a necesitar ser más resilientes que nunca.
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