NFON, proveedor europeo de comunicaciones empresariales integradas desde la nube, ha encuestado junto a Statista Q, especialista mundial en recopilación de datos, análisis e investigación de mercados, a empleados de Europa* sobre el impacto de la pandemia de COVID y el trabajo desde casa. Empezando por la cuestión de la satisfacción vital, el estudio de NFON sobre ‘Bienestar y trabajo desde casa 22’ aborda en profundidad los numerosos factores de estrés y trastornos derivados de trabajar desde casa, las ambiciones de cambio de trabajo, las tendencias hacia la automedicación, así como los resultados de la paradoja de trabajar desde casa. El estudio ha sido dirigido por el profesor Dr. Christian Montag (catedrático de Psicología Molecular, autor de libros y experto en la influencia de las tecnologías digitales en la psicología humana). «Los resultados dibujan el panorama, en parte preocupante, de trabajar desde casa. En psicología, sabemos que un nuevo entorno de trabajo, así como nuevas circunstancias laborales, pueden causar estrés. El Informe ‘Bienestar y trabajo desde casa 22’ muestra que tenemos que afrontar una nueva realidad: el cuidado del bienestar y la satisfacción vital de las personas que trabajan desde casa debe ser el foco de atención. La oficina en casa se está convirtiendo en el nuevo hogar, necesita atención y cuidados constantes para que el nuevo modelo de trabajo en Europa no tenga que ir a terapia«, afirma Christian Montag.
La paradoja de trabajar desde casa
El cambio en la disposición de las empresas a dejar que los empleados trabajen desde casa, el presente estudio refleja una imagen parcialmente contradictoria en la relación que existe entre trabajo y ocio. A primera vista, por ejemplo, los resultados sobre la pregunta de qué ha cambiado desde que se trabaja desde casa durante la pandemia del COVID-19 parecen contradictorios. El 28% de los encuestados en los países europeos afirma que la cantidad de trabajo que hay que hacer (carga de trabajo) ha aumentado, y para el 25,2% las horas de trabajo también. Al mismo tiempo, el 36% afirma que ha alcanzado un mejor equilibrio entre la vida laboral y la personal y más tiempo para la familia y los amigos. Esto es lo que Christian Montag llama la paradoja del trabajo desde casa: «La gente puede trabajar más y tener más tiempo libre. La eliminación de los largos desplazamientos y, en general, un horario más flexible a lo largo del día puede hacer que, si la organización es buena, se disponga de más tiempo. Los horarios de trabajo personalizados, la alfabetización digital y otros factores de bienestar también pueden ser la causa«. Por ejemplo, el 29,4% dice dedicar más tiempo a hacer ejercicio y también a comer de forma más saludable.
Test de estrés trabajando desde casa
El estrés tiene muchas causas, y el estudio europeo Bienestar y trabajo desde casa 22’ trata de establecer un mapa con una selección de factores de estrés. Entre los participantes, el 37% declaró sentirse estresado en diversos grados. Entre otros, se mencionaron como factores de estrés a comer en casa (8,7%), una mala conexión a Internet (17,2%) y la constante accesibilidad (19,7%). Por otro lado, la falta de trato social con los compañeros es un factor de estrés para el 35,3% y la ausencia de separación entre la vida privada y la profesional para el 30,3%. Por el contrario, son menos los que señalan como factores de estrés el ruido ambiental (15,9%) y la mala remuneración (9,3%). Christian Montag explica: «los ámbitos del trabajo son también ámbitos de la vida y, en la era de la digitalización, cambian constantemente y con gran rapidez. Cada industria y cada empresa tienen requisitos diferentes a los que los empleados deben subordinarse. En el futuro, las empresas europeas deben saber que lo digital y la psicología van de la mano. Los debates sobre el agotamiento en la era digital o el tecnoestrés son cada vez más importantes. De hecho, la muestra global señala que el 20,5% sufre tecnoestrés, por ejemplo, ante deficiencias técnicas como routers defectuosos, equipos inadecuados, problemas de batería, etc. El tecnoestrés en casa aparece para casi uno de cada cinco participantes del estudio«.
El bienestar a través de la automedicación
Trabajar desde casa también está cambiando la disposición de optimizar, no solo el propio bienestar y la salud física y mental con suplementos sin receta, sino también de aumentar la capacidad de concentración y promover la relajación. Está surgiendo una tendencia a la automedicación entre la población europea que trabaja desde casa. El 34,4% de los encuestados asegura haber tomado suplementos sin receta (por ejemplo, melatonina, productos legales de cáñamo, extractos de plantas, vitaminas, té calmante) para mejorar su bienestar desde el comienzo de la pandemia, el 18,2% para aumentar la concentración y el 13,4% para recuperarse. Nota: Aunque los datos de los seis países son muy similares, la situación en Italia y Austria es diferente: en Italia, el 49,7% dijo haber tomado suplementos sin receta para aumentar el bienestar, mientras que en Austria fue menos de la mitad, con un 22,1%.
Christian Montag añade: «Numerosas investigaciones apuntan a que la pandemia de COVID sigue siendo un factor de estrés hoy en día, que se manifiesta en una reducción significativa del bienestar psicológico de muchas personas y por ello, como muestra el presente estudio, algunos empleados han recurrido a suplementos sin receta. En el estudio ‘Bienestar y trabajo desde casa 22’, el 28,9% de los encuestados declaró que su satisfacción se había deteriorado en comparación con la época anterior a la pandemia. Cuando las personas tienen que seguir desenvolviéndose en su vida diaria en una situación personal y globalmente amenazante, utilizan diferentes estrategias de afrontamiento para poder realizar las tareas diarias- incluido el teletrabajo-, a pesar de la tensión«.
Al inicio de la pandemia, se observa un salto en la ingesta de suplementos sin receta entre los que declararon consumir estos preparados durante la pandemia. El uso de productos legales de cáñamo (por ejemplo, aceite de CBD) para aumentar el bienestar casi se ha duplicado desde el comienzo de la pandemia (24,9% antes de la pandemia, 43,3% desde el comienzo de la pandemia). También el consumo de melatonina: del 38% al 62,6%. Christian Montag: «En particular, me parece preocupante la ingesta de melatonina. El sueño es un proceso natural que no debería estar desincronizado».
Espacio de trabajo
Con el fin de profundizar en el bienestar de los encuestados, también se les preguntó por el lugar en el que trabajan en casa. Según la encuesta, el 12,1% ha trasladado su espacio de trabajo al dormitorio, el 31,8% tiene un despacho privado y el 35,7% trabaja desde el salón. En los ocho países, el espacio medio para trabajar desde casa es de 20,32 m². Con 15,35 m², los británicos son los que menos espacio tienen para trabajar en casa, mientras que los italianos pueden repartirse en 23,81 m². El 1,2% de los participantes declara que trabaja permanentemente en el aseo, el baño, o en el balcón.
Señal de alarma: el cese laboral
Los resultados del Informe Bienestar y trabajo desde casa 22’ son preocupantes de cara al futuro y deberían constituir una señal de alarma para los empresarios europeos: el 21,7% de los encuestados afirma que ya ha planeado su dimisión por las experiencias vividas durante la pandemia y al trabajo desde casa, y el 9,9% ya ha dejado su trabajo. Algunas de las razones por las que se ha abandonado el trabajo son, por ejemplo, la falta de oportunidades para realizarse profesionalmente (34,2%), una peor remuneración (por ejemplo, la jornada reducida o la pérdida de comisiones, 30,1%) y la accesibilidad permanente (16,6%).
Los empleados también planean otros cambios para que su bienestar y su trabajo estén en armonía. Por ejemplo, el 33% quiere conseguir una separación más clara entre la vida privada y la profesional, y el 20,9% quiere adoptar más iniciativas de formación. Además, está surgiendo una cierta tendencia a trabajar durante las vacaciones y/o mientras se está enfermo. Christian Montag: «Cada vez más personas parecen estar dispuestas a coger una baja por enfermedad en lugar de tomarse un tiempo libre. Las vacaciones o los periodos de descanso son un logro social, una forma de refugio en los que recuperarse o recargar la batería«. De hecho, el 38,3% considera que trabajar desde casa es una ventaja porque se puede trabajar a pesar de estar enfermo y sólo el 26,2% afirma que no estará disponible para su empresa en sus vacaciones.
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