Aunque pueda parecer difícil, también es posible compaginar los caprichos o excesos vacacionales con mantener la rutina saludable del día a día, conseguirlo evitará que la vuelta al trabajo no suponga tanto esfuerzo físico y mental. ¿De qué forma podemos hacerlo? Tan sencillo como implantar unos pequeños hábitos dentro de los planes de viaje que han querido compartir desde Kaiku Sin Lactosa, la gama de productos sin lactosa, ricos y ligeros.
¿Picar entre horas? Sí, pero ligero
Tanto si se viaja en avión como en coche, una buena alternativa al picoteo menos saludable es llevar en una nevera portátil o en una fiambrera varios aperitivos sanos que hagan del viaje algo más ligero. Es recomendable evitar los productos ultra procesados o cargados de azúcar, y optar por snacks traídos de casa como: hummus con zanahorias, manzanas, plátanos o ‘snacks on the go’ como Kaiku Sin Lactosa MIX que combina muesli y yogur.
Producto local y de temporada saludable
Entre la gastronomía y cocina de un lugar no sólo encontramos dulces, platos de cazuela o bebidas con alcohol, también productos frescos y de calidad. Acude a mercados locales, compra alimentos de temporada, y en restaurantes, opta principalmente por pescados y verduras, y evita lo máximo posible las frituras y las salsas. Al horno, al vapor o a la brasa son excelentes alternativas saludables.
Buffet libre con moderación
Muchos hoteles ofrecen servicio de buffet libre, en el que se tiende a comer en exceso. Saber filtrar entre la gran variedad de opciones del buffet no es tarea fácil, pero dejando de lado las tentaciones, Kaiku Sin Lactosa recomienda optar principalmente por frutas y verduras frescas, cereales y panes integrales y proteínas saludables como las que se encuentran en los aguacates y los yogures. Al empezar el día de forma saludable se podrá equilibrar con los posibles excesos venideros.
Desconexión total
Para que unas vacaciones tengan efecto en nuestro estado de ánimo deben durar más de cuatro días, que es el tiempo en el que nuestro cuerpo y mente se relajan por completo de la vida cotidiana. No sólo es saludable comer bien, sino también conseguir una desconexión total de la rutina. Salvo en ocasiones estrictamente necesarias, dejar de lado el teléfono o el ordenador y simplemente preocuparse de disfrutar es la mejor manera de desconectar.
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