Te metes en la cama agotado, apagas la luz y 2 horas más tarde, a pesar del cansancio y de saber que el reloj corre en tu contra porque tienes un madrugón inminente, sigues con los ojos abiertos como platos… Aunque nos hayamos adaptado a la nueva realidad Covid, el estrés del día a día y la incertidumbre han llevado los problemas de insomnio a un nuevo nivel.
¿Cómo sueles dormir?
Quizá eres de esas personas que se acuestan temprano, caes como una piedra en 3 minutos pero de pronto, a las 4 de la madrugada, te despiertas no se sabe muy bien por qué y ya es imposible que vuelvas a dormirte de nuevo, así que te enganchas al móvil o directamente empiezas a responder emails.
¿O eres de los que cree dormir bien pero te despiertas mil veces a lo largo de la noche y al día siguiente te sientes como si un camión te hubiese pasado por encima aunque hayas estado 9 horas en la cama?
También están los que alargan la hora de acostarse hasta infinito. Mejor ver la tele o cualquier otra cosa que apagar la luz y darte de bruces contra todos tus problemas…
Hay muchas formas de descansar mal y muchas razones por las que podemos entrar en la lista oficial de insomnes. Está claro que las emociones influyen y que situaciones como sentirte sobrepasado por temas de trabajo, una Navidad llena de restricciones a la vuelta de la esquina y todos los extras que lleves en la mochila es algo que puede quitarte el sueño por una semana.
También se dan situaciones que están fuera de nuestro control y que acaban rizando el rizo, como adaptarte a un bebé recién nacido, que tu empleo sea con turnos de noche o cambiantes, tener que aguantar vecinos ruidosos o tus propios hábitos una vez que terminas de trabajar, algo que influye más de lo que crees en cómo vas a descansar.
Que dormir es fundamental para la salud no es ningún mito. El sueño es una de las necesidades más esenciales para que el cuerpo y la mente se recuperen de la actividad diaria. Y, aunque te parezca una pérdida de tiempo y trates de engañar al día, si no descansas lo suficiente acaba pasándote factura. Dicho de otro modo, cuando duermes mal tu organismo lo interpreta como la peor de las resacas.
Además, tenemos tendencia a priorizarlo todo por encima del descanso y a veces, debido a esa continua sensación de urgencia en la que vivimos, terminamos robando horas a la noche para seguir con la maquinaria en marcha poniéndonos al límite ¿te suena? Estar todo el día pegados a pantallas recibiendo información tampoco ayuda.
Aunque cada caso de insomnio debe valorarse aparte, hay algunas pautas que todos podemos aplicar para mejorar la relación con el descanso, el click está en empezar a priorizar el sueño igual que haces con otras tantas cosas.
Aquí de lo que se trata es de qué vas a hacer para conseguirlo, de trazar el mejor plan y, poco a poco, empezar a disfrutar de noches más reparadoras y días más llenos de vitalidad. Porque lo realmente importante es la calidad de ese descanso, que lo que duermas cuente de verdad; es mejor dormir 4 horas profundamente, que 8 con continuas interrupciones.
En The Holistic Concept queremos que duermas más y sobre todo, mejor. Regístrate gratuitamente en nuestra plataforma y descubre el programa Insomnio, audios y vídeos diseñados para darte pautas de descanso, ayudarte a desconectar a través de relajaciones guiadas y a volver a disfrutar de un sueño agradable y reparador.
Tu cuerpo y tu mente lo agradecerán.
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