El sueño es uno de los pilares de la salud y hay que cuidarlo tanto por la noche como por el día. Además, el calor no suele llevarse bien con el descanso, por eso en esta época del año conviene prestar más atención a los hábitos y aprovechar para reponer energía en lugar de alterar más la rutina. En verano, ¡descansa de verdad!
¿Por qué hay periodos en los que dormimos mal? El insomnio o el sueño interrumpido son signos inequívocos de estrés que pueden agravarse con las altas temperaturas, cambios de horarios en el trabajo o eventos inesperados. Si dura más de un mes conviene acudir a un especialista para analizar sus causas y que no pase factura.
Cuando los nervios colapsan la mente entra en alarma y no distingue entre día o noche. El cortisol, la hormona del estrés, nos pone en alerta, activa el cuerpo y dormir resulta imposible.
Los grandes cambios vitales como las mudanzas, un nuevo trabajo, un divorcio, o la pérdida de un ser querido pueden desencadenar estados de gran tensión que influyen negativamente en cómo dormimos.
Si lo trasladamos al escenario actual, preparar vacaciones en contexto covid, lidiar con la familia, teletrabajar y sufrir noches muy calurosas es más que suficiente para no dormir bien.
En paralelo, el uso excesivo de dispositivos electrónicos y la exposición a la luz brillante de las pantallas por la noche, también interfiere en la calidad del sueño. Aunque es una obviedad, no me canso de repetirlo porque somos auténticos esclavos de las pantallas y nos cuesta tomar conciencia del impacto tan negativo que tienen en nuestro descanso.
Grábatelo con fuego: el sueño hay que favorecerlo y cuidarlo, la clave está en crear nuevos hábitos más saludables.
Aquí van algunos consejos útiles:
1. Viva la siesta
Dale la importancia que merece y no dudes en echar una cabezadita si te lo pide el cuerpo; ahora que hay más horas de luz y la jornada se flexibiliza, merece la pena sacar 20 minutos al día para cerrar los ojos, ¡te quedarás como nuevo!
2. Adiós tecnología
¿Sabías que los dispositivos electrónicos aumentan la temperatura de tu casa? Por la noche, desconecta todos los aparatos que puedas: adiós a la tablet cargando, al ordenador encendido y a los móviles conectados. Los dispositivos generan más calor adicional del que imaginas, incluso cuando ya están cargados. Como extra, sentirás que es liberador no estar pendiente de nada.
3. Cánsate
Nada como fundir el cuerpo con una buena dosis de deporte para dormir como un lirón. El ejercicio equilibra el sueño y a la vez aumenta nuestra energía. Remata realizando una actividad relajante antes de acostarte: haz estiramientos suaves, respiraciones, lee un libro, escucha música o medita… ¡todo sin tecnología!
4. Tripa vacía
Cena temprano y ligero para evitar digestiones largas e inquietud nocturna, las digestiones pesadas pueden dar pesadillas; así sólo tendrás noches reparadoras. Tomar ensaladas de temporada es una opción perfecta para no dejarte lleno y además mantendrá tu cuerpo bien vitaminado.
5. Duerme más
Mi tip estrella es que te olvides del despertador los fines de semana. Deja que tu cuerpo dicte orgánicamente cuándo quiere levantarse y disfruta de un despertar sin prisas al menos por un día, mejor si son dos. Además de ser una delicia para el cuerpo, supone un descanso mental enorme que notarás enseguida.
En la plataforma The Holistic Concept te ayudamos con nuestras prácticas para mejorar el sueño. Aprenderás a respirar mejor, a relajarte profundamente, a recuperar energía aunque no hayas dormido bien y a ordenar tus hábitos de descanso. ¡Tu cuerpo y tu mente lo agradecerán!
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