Cuando el estrés está en su punto más álgido, no siempre somos conscientes de sus efectos y dejamos de percibir los continuos dolores musculares, normalizamos gestos como apretar la mandíbula, dormir mal o tener molestias gástricas se convierte en lo habitual y, en definitiva, dejamos de escuchar las señales que nos da el cuerpo. El mensaje es alto y claro: tu sistema nervioso no puede más.
La pandemia que se está apoderando del mundo no ayuda mucho, sino que intensifica estas sensaciones y añade más tensión mental y emocional ya que hemos perdido la estructura y la rutina, entonces ¿cómo podemos mantenernos positivos ante semejante panorama? Haciendo que la alegría se convierta en una prioridad.
Aquí van varios consejos que quizá te sean útiles:
- Comienza el día haciendo algo agradable
Puede ser tan simple como desayunar con tranquilidad, jugar una rato con tu mascota o con tus hijos, leer un par de capítulos de esa novela que te tiene enganchado, escuchar música o seguir una meditación guiada antes de ponerte a trabajar. Cualquier cosa que te ayude a generar buenas sensaciones y a empezar la jornada con la mente despejada servirá; disfruta del tiempo que has ganado.
- Sigue aprendiendo
Aprovecha para continuar formándote, ya sea en el área profesional o en un hobbie. Quizá ha llegado el momento de hacer ese curso de cerámica online en el que has estado pensando desde hace un año, o lo que tengas en la cabeza y no has probado nunca porque no encontrabas el momento: tocar un instrumento, cocinar, dominar excel, aprender las letras de las canciones en inglés… las opciones son infinitas.
- Mímate
Presta más atención a tus gestos cotidianos de higiene y belleza y conviértelos en un momento mindfulness, desde ducharte a ponerte crema corporal, afeitarte, hacerte las uñas o vestirte para hacer una video conferencia. Realiza estas pequeñas tareas de autocuidado sin ninguna prisa, con dedicación y disfrutando de ellas en lugar de hacerlas de manera automatizada. Te ayudará a regular tus emociones y a mantener tu autoestima en buen estado.
- Practica la gratitud
No des nada por sentado en esta vida y da gracias por todo lo que tienes y has logrado. Escribe en una lista o repasa en voz alta las cosas por las que estás agradecido, desde el techo que te cobija a tener comida en la nevera. Puede ayudarte a tomar perspectiva sobre tu trabajo, tu salud, la de tu familia y poner en valor los pequeños detalles que hacen de tu día a día algo único e irrepetible incluso en este contexto.
Reflexiona sobre ello y, si es necesario, abre el viejo álbum de fotos, o las carpetas de imágenes de tu ordenador y reconecta con tus mejores memorias, te darás cuenta de que hay mucho por lo que sentir gratitud.
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