Estar lleno de vitalidad es un lujo del que no todo el mundo disfruta, entre otras cosas porque nuestros hábitos y un estilo de vida esencialmente sedentario nos drenan la energía. Los grandes aliados del vigor son un buen descanso y una alimentación completa y variada pero además, hay pequeñas pautas que puedes integrar en tu rutina diaria que te ayudarán a sentirte más activo a lo largo de la jornada. ¿Te animas a explorar?
1. Sin cafeína
¡Ciao café a partir de las 16:00 de la tarde!
Tomar café es el recurso más empleado, a la vez que tramposo, de obtener un chute extra de energía. Esa energía es falsa y si estamos cansados solo conseguiremos forzar la máquina. Hay que tener en cuenta que, además, afecta a la buena conciliación del sueño, así que conviene ponerle límites.
Mi recomendación es que no tomes más de dos cafés al día y que el último sea el de la comida. De ese modo, ya no habrá cafeína en tu sistema cuando te vayas a la cama.
2. Deporte al poder
El ejercicio es una gran fuente de energía. Por más pereza que te de ponerte a entrenar a primera hora de la mañana o después del trabajo, hacer al menos 45 minutos de deporte al día marca la diferencia entre ser una persona vigorosa o todo lo contrario. También ayuda a dormir mejor, regula el apetito y estimula el buen humor, un auténtico extra de vitalidad que es de agradecer.
Y si el “no tengo tiempo” es la excusa que te lleva siempre a renunciar, acude a lo online y sigue alguna rutina exprés desde tu ordenador. Mejor hacer 15 minutos que absolutamente nada.
3. Buena postura
Adoptar posiciones raras cuando llevamos mucho tiempo sentados o de pie es bastante normal, llega un momento en el que el cuerpo está tan incómodo que empieza a hacer compensaciones. El peligro está en crear hábitos posturales realmente nocivos que acaban derivando en dolores, fatiga o incluso dolencias crónicas.
Aprender higiene postural es fundamental para sentirnos bien, con energía y prevenir futuras molestias y además es muy sencillo, solo hay que prestar un poco de atención.
4. Sueño sin interrupciones
Interrumpir el sueño con demasiada frecuencia le resta calidad, por lo que conviene tratar de reducir al mínimo lo que genera esos despertares nocturnos. Un pequeño truco es beber poco líquido antes de acostarse; de ese modo evitarás tener que levantarte para ir al baño a mitad de la noche y el riesgo de desvelarte.
Si ese fuera el caso, ¡prohibido abrir el ordenador o mirar redes en el tlf!
Te recomiendo acudir a una relajación guiada que puedes escuchar en la cama y que, aunque quizá no tenga un efecto somnífero, sí te ayudará a sentirte más relajado y descansado al día siguiente.
En la plataforma The Holistic Concept encontrarás ejercicios de respiración, rutina activas, pautas sobre educación postural y relajaciones guiadas para acompañarte en esos momentos donde te falta energía para ayudarte a recuperarla. Descúbrenos y comienza a cuidarte, tu vitalidad lo agradecerá.
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