A finales del año pasado la OMS (Organización Mundial de la Salud) reconoció el estrés como una enfermedad. ¡Bienvenido a 2020, el año en el que te vas a poner las pilas para combatirlo y vivirás con mayor equilibrio! ¿Pero cómo?
El estrés se origina principalmente en el entorno de trabajo, la familia, la economía personal, los cambios importantes en la vida como una mudanza o una ruptura de pareja, a lo que añadimos la enorme autoexigencia a la que nos sometemos queriendo ser exitosos en todo.
Comenzar el año con nuevos propósitos puede ser emocionante, pero en poco tiempo ese impulso se convierte en un ladrillo más en la mochila. Lo que está claro es que cualquier objetivo necesita un buen plan para ser alcanzable y eso implica más tareas a la lista de To-Do. Cuando se nos pasa el subidón navideño aparece el cansancio y la desmotivación.
El estrés es positivo en pequeñas dosis, puede ser nuestro aliado cuando queremos mantenernos centrados en una tarea, hacer una presentación ante otras personas, o si estás entrenando para un carrera.
Pero mantenido en el tiempo su efecto es el contrario e impacta de forma negativa en el cuerpo y en la mente generando síntomas que van desde las migrañas, dolores musculares o trastornos gástricos, a cambios de humor, desórdenes del sueño o estados depresivos.
Queremos aliarnos contigo y prepararte para afrontar este escenario. Te damos cinco consejos sencillos para comenzar el año de la mejor manera:
Cierra los ojos
Cerrar los ojos unos minutos anula el mundo por un momento, bloqueas uno de los sentidos más bombardeados por los estímulos externos y te ayuda a reconectar contigo, recuperando el control cada vez que te sientes sobrepasado. Puedes hacerlo en el trabajo, en el metro, ¡en cualquier parte! No puede ser más simple.
Respira
Respirar es un multiusos, te ayudará a mantener el foco, a serenarte o a activarte según lo necesites. Un ejercicio sencillo es respirar profundamente por la nariz contando 4 segundos y soltar el aire también por la nariz en cuatro tiempos. Hazlo con frecuencia y verás que te sientes más centrado y despejado.
Imagina
Ya sea un lugar tranquilo que te gusta, una playa que visitaste en un viaje, un parque o tu ruta de senderismo favorita, cerrar los ojos y visualizar ese lugar en tu mente te ayudará a reducir el estrés del momento y te aportará una agradable sensación de paz y tranquilidad. Recurre a este recurso siempre que quieras.
Haz una pausa
No estamos diseñados para estar activos 24 horas al día, así que deja de presumir de “estar súper liado” y no olvides que el descanso es lo que de verdad te da calidad de vida, te ayuda a ser más productivo y te permite disfrutar de cada cosa que haces. Recuerda que además de dormir, es bueno desconectar un rato en el trabajo, tomar aire fresco y estar menos pendiente de los dispositivos digitales.
Muévete
Nuestro estilo de vida sedentario está derivando en problemas de salud como dolores de espalda, articulares e incluso lesiones crónicas. ¡Tienes que moverte! Es tan eficaz y accesible como levantarte de la silla y hacer algunos estiramientos para que la sangre fluya y reducir la tensión muscular, o salir a caminar en la pausa de la comida.
Hay muchas maneras de reducir el estrés cotidiano, pero estas cinco estrategias están a tu alcance y pueden ser una buena forma de empezar. Desde The Holistic Concept te recuerdo que estamos aquí para acompañarte y guiarte en el proceso, si el tema te interesa no dudes en contactarnos y haremos una visita a tu empresa.
¡Qué tengas un gran comienzo!
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