Con el cambio de estación llegan irremediablemente los cambios de hábitos, un reajuste que podemos aprovechar para construir rutinas más eficientes, poner en orden y que nos ayuda a plantear los nuevos objetivos para el siguiente año. El frío es buen compañero de la productividad, es hora de sacarle el máximo partido.
Lo primero fue la bajada de las temperaturas y después el cambio de hora enmarcó oficialmente que el verano ha quedado olvidado. Al margen del debate sobre eficiencia energética, lo que es evidente es que el día es más corto y esto impacta en cómo nos sentimos física y emocionalmente.
Retrasar el reloj una hora nos ha hecho ganar luz por la mañana, algo muy práctico si tenemos en cuenta cómo el organismo reacciona a la luz solar. La mañana es el momento más activo del día, nos despertamos, tenemos más vitalidad y el cerebro está en las mejores condiciones para rendir.
De lo que resulta imposible escapar es de que anochezca pronto. Aunque visto desde la perspectiva de un buen descanso, tiene ventajas, ya que en esta época podemos mejorar cómo dormimos. En realidad, es en primavera cuando sufrimos de manera más negativa el cambio de hora y de luz.
Ahora se nos presenta una gran oportunidad para reordenar los ciclos circadianos y podemos crear nuevas rutinas que se ajusten mejor al aumento de actividad en el trabajo y en el día a día.
Cuerpo
- El frío activa el cuerpo. Es buen momento para integrar una actividad física y convertirla en hábito, eso también contribuye a descansar mejor y tiene un reflejo directo en la productividad.
- En paralelo, hay un mayor gasto energético debido al frío que se suma a todo lo que hacemos. Tomar alimentos de temporada te ayudará a mantenerte calentito y a fortalecer el sistema inmune para prevenir las típicas enfermedades invernales.
- Que haya más oscuridad favorece el sueño, así que trata de establecer un horario, idealmente 7/8 horas aunque seas de dormir menos. Ir a la cama pronto te ayudará a desconectar y a descansar como un oso, algo que te hará sentir lleno de energía al día siguiente.
Mente
- La gestión emocional es básica en esta época ya que por naturaleza podemos sentir cierta apatía, tristeza, desmotivación o melancolía; es alguno de los efectos de falta de luz. Equilibra aprovechando el día al máximo y centrando tu productividad en la mañana.
- Para evitar caer en estados depresivos reconecta con la naturaleza y la luz solar. Ve andando al trabajo, siéntate en un banco al sol en el parque al menos 10 minutos al día y realiza alguna actividad deportiva en espacios exteriores cada vez que puedas.
- Aprovecha estos meses para fortalecer los vínculos emocionales. Acércate más a la gente que quieres, pasa tiempo con tus amigos y organiza cenas en casa para disfrutar también del recogimiento en compañía.
En la plataforma The Holistic Concept hemos desarrollado programas para trabajar la motivación y la vitalidad, cualidades que se ven resentidas en las estaciones de frío. Nuestro programa de gestión del sueño también ayuda, tanto a quienes se despiertan en medio de la noche o no concilian el sueño fácilmente, como a las personas que buscan dormir mejor y más profundo.
Todos ellos son un gran antídoto a la oscuridad otoñal. Descúbrelos y comienza a cuidarte.
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