La contaminación acústica afecta a millones de personas en el mundo y se ha convertido en un foco más de estrés, especialmente en las grandes ciudades donde el ruido que producen los coches, las obras, las sirenas de ambulancias, las estaciones de metro, tren, cafeterías y restaurantes abarrotados y zonas de ocio nocturno es la banda sonora que nos acompaña día y noche. ¿Cómo podemos mejorar esta situación?
El exceso de ruido afecta de forma directa en nuestra productividad, sobre todo porque resulta imposible concentrarse en ambientes estridentes. La propia oficina puede serlo, de ahí que sea fundamental crear una atmósfera sonora amable y silenciosa que respete el espacio auditivo de los demás y no distraiga.
Seas o no especialmente sensible al ruido, tu cerebro recoge toda esa información extra que se suma a los pensamientos y responsabilidades de cada día, por lo que de repente puedes sentirte abrumado sin razón aparente, un indicativo de que los estímulos externos son excesivos; y es que todos necesitamos ciertas dosis de silencio para mantener nuestros niveles de salud.
Aquellas personas que ya trabajan en lugares con ruido, discotecas, construcción, control aéreo o la minería, el desafío es aún mayor y deben cuidar en especial su descanso, favoreciendo que el hogar sea un remanso de paz para compensar.
Te daré alguno consejos sencillos para empezar a gestionar la polución sonora en tu día a día:
– Móvil en silencio
El teléfono es un auténtico foco de estrés que nos acompaña casi 24 horas al día. Silenciándolo te estarás haciendo un gran favor y también a tus compañeros de trabajo y a las personas que conviven contigo. En caso de estar esperando una llamada ponlo en modo vibración y desconecta mentalmente de ese reclamo inconsciente de estar disponible para todo. Si no contestas a algunas llamadas, siempre puedes devolverlas más tarde, el mundo no va a pararse por ello.
Mi mayor recomendación es que apagues todos los dispositivos al final del día, el exceso de información que recibes también crea mucho ruido mental; tu mente agradecerá el descanso.
– Pasa tiempo en espacios tranquilos
Vivir en una zona contaminada por ruido puede ser sofocante, sobre todo cuando ya acusamos síntomas de estrés o se padece algún tipo de enfermedad crónica.
Busca el contacto con la naturaleza al menos una vez a la semana, da paseos por el parque o visita lugares tranquilos y agradables como museos, galerías de arte o bibliotecas, espacios donde tus sentidos puedan descansar.
Pasar tiempo en ambientes alejados del ruido es básico para nuestro equilibrio psicológico y ayuda a que nos sintamos menos abrumados el resto de la semana.
– Crea una ritual para el descanso
El ruido del mundo exterior escapa a nuestro control, lo que sí podemos hacer es favorecer una rutina diaria que nos ayude a serenar la mente y a restaurar el equilibrio interior.
Mi sugerencia es que establezcas un ritual antes de acostarte que te ayude a calmar tu mente. Puede ser escuchar una relajación guiada, realizar ejercicios de respiración, una secuencia sencilla de estiramientos, leer un libro, pintar o escribir. Esto aliviará el estrés al final del día ayudando a desconectar y dormir más profundamente.
En la App de The Holistic Concept encontrarás relajaciones guiadas y prácticas perfectas para serenar cuerpo y mente en esos momentos donde necesitas hacer una pausa y soltar los acontecimientos del día. Descúbrenos y comienza a cuidarte, tu cuerpo y tu mente lo agradecerán.
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