La fuerza de las palabras es innegable. A través de ellas transmitimos lo que pensamos, sentimos, creamos realidades o las quebramos, impactamos de forma positiva y también negativa en los demás; sin duda es la manera más contundente e inmediata de comunicación que posee el ser humano. Aprendiendo a gestionar esta herramienta tu vida y tus proyectos pueden tomar impulso. Sin la palabra, ya sea pronunciada o escrita, un pensamiento nunca llega a materializarse. Teniendo presente esta premisa, cobra sentido escoger a conciencia las mejores palabras para crear nuestra mejor realidad.
Los pensamientos también son palabras que, aunque no se manifiesten verbalmente, tienen un impacto en lo que sucede a diario en nuestras vidas. No debemos olvidar que absolutamente todo lo que nos rodea, cada edificio, prenda u objeto de uso cotidiano ha sido pensado por alguien previamente y después materializado. De ahí que el pensamiento no manifestado tenga la capacidad de crear realidades emocionales.
Si tu pensamiento es continuamente negativo, esas palabras calan en la psique condicionándola. Entonces, es muy difícil reaccionar bien o constructivamente ante situaciones complejas. Pero si tu discurso interno es optimista, tu manera de responder y resolver ante momentos complicados será mucho más creativa y eficiente.
Las palabras afirmativas otorgan fuerza a nuestros pensamientos más íntimos. Confirman cómo percibimos a las personas que nos rodean, a nosotros mismos y cómo vemos el flujo de la vida. Esta afirmación permite que lo que ocurre en la mente se manifieste en una realidad tangible. Entonces, ¿por qué escogemos hacer un mal uso de nuestro activo más poderoso?
La queja permanente, hablar siempre de los problemas y de lo desafortunado que eres en ciertas cosas otorga peso y poder a circunstancias que, por más catastróficas que parezcan, no son irreversibles o eternas.
La palabra no solo genera una actitud en nosotros, sino también en las personas con las que convivimos cada día impactando en sus emociones.
Cuando comunicamos tenemos una responsabilidad. ¿Y si comenzáramos a elegir las palabras que decimos más conscientemente? Mejorar las palabras que escoges para describirte a ti mismo y a tu vida es un camino constructivo que puede mejorar lo que manifiestas en ella.
Evita expresiones negativas como «no puedo», «no debería», «necesito», o «tengo que», ya que te privan de tu capacidad para manifestar plenitud. El antídoto para esto es permitir el “sí” en el pensamiento. Sí es una palabra que abre puertas, que crea espacio para cosas nuevas y calidez en nuestras emociones; Sí es aceptación, afirmación y acción, cuando hay un si comienzan a suceder cosas. Expresiones como “sí quiero” y “sí puedo” nos dan fuerza y motivación para afrontar cualquier contratiempo; es una de las palabras más hermosas y poderosas de nuestro vocabulario y nos conduce a otras palabras positivas que nos ayudarán a edificar y consolidar los aspectos positivos de nuestra personalidad.
En la App de The Holistic Concept hemos desarrollado un programa dedicado a la Comunicación que te ayudará a fortalecer el modo en que te comunicas tanto en el trabajo como fuera de él.
Tus palabras son la materia prima con la que pintas tu vida, escógelas sabiamente y crea la vida que imaginas a través de ellas, tu cuerpo y tu mente lo agradecerán.
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