RRHH Digital El director general de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, José Ignacio Sacristán Enciso, ha respondido a las críticas al buzón para recibir denuncias confidenciales de fraudes laborales defendiendo que estas denuncias ya eran habituales y que el nuevo sistema sólo busca «mejorar la actividad planificada y la eficacia» de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social «en favor de los trabajadores y las empresas».
«Tras la puesta en marcha del citado buzón de fraude la actividad de los jefes de inspección no va sufrir alteración alguna, por cuanto esta actividad ya la venían realizando», ha sostenido.
Sacristán Enciso ha recordado que otros organismos públicos «reciben todos los días información ciudadana» y que, como hará la Inspección de Trabajo, «en unos casos se investiga y en otros se desecha». En este sentido, ha citado a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Agencia Tributaria o la Fiscalía General del Estado.
«Es la propia Ley la que determina que la Inspección puede actuar, además y sobre todo mediante orden superior, a petición razonada de otros órganos y por propia iniciativa», ha señalado.
Según Sacristán, la denuncia es una de las formas de iniciación de la actividad inspectora, «pero no la única ni la más importante, dado que la actividad planificada por la Inspección de Trabajo y Seguridad Social es muy superior a la realizada mediante denuncia pública».
«Más de un 50% de la actividad total de la Inspección obedece a una planificación previa», ha desvelado el director general. Además, ha especificado que la mayoría de las Comunidades Autónomas participa o es informada por los interlocutores sociales.
Lo mismo ocurre en el ámbito del Estado, «por cuanto la Inspección informa anualmente de su actividad en la Comisión Consultiva Tripartita de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social integrada por los sindicatos y las organizaciones empresariales más representativos».
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