Jesús Caldera, ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, ha afirmado hoy, en declaraciones a la Cadena Ser, que la reforma laboral permitirá en los próximos años convertir en indefinidos a entre 1 y 1,5 millones de contratos temporales.
Según Caldera, el cálculo exacto sobre los empleos que pasarán a ser fijos es «muy difícil de saber, porque dependerá de la voluntad de todos», aunque es uno de los pilares de la reforma laboral, ya que limita que un mismo trabajador mantenga un contrato temporal cuando haya estado más de dos años en una empresa.
El ministro de Trabajo indicó que, en teoría, en los próximos años, la medida podría llegar a afectar a ese número de trabajadores, a los que «deben sumarse los contratos fijos que resulten del cambio de cultura del empresario». Según el ministro, el empresario se convencerá de que «la precariedad es negativa, no conviene a la empresa y tiene costes importantes».
Caldera explicó que la reforma afecta, en su mayoría, al empleo privado porque, en relación con el empleo público, la Administración General del Estado «prácticamente no tiene temporalidad». «Donde se concentra la eventualidad laboral es en el empleo de los ayuntamientos y de las comunidades autónomas, y estas medidas están encaminadas a estabilizar también ese empleo», añadió.
Caldera recalcó que los empresarios «tienen que saber que van a tener más ventajas si contratan a una persona de modo estable que si lo contratan de manera temporal, porque van a tener que pagar menos cotizaciones sociales».
Asimismo afirmó que va a haber, además de un plan de choque, ayudas durante cuatro años para la estabilización de ese empleo, por la conversión del empleo de temporal a estable o la contratación de una persona indefinidamente.
Respecto al proceso de negociación de esta reforma, Caldera destacó «el trabajo y el esfuerzo» realizado «durante mucho tiempo», pero este acuerdo «se viene a sumar a otros muy importantes que ha habido durante la legislatura, como la Ley de Dependencia, la subida de las pensiones mínimas, la subida del salario mínimo interprofesional, un nuevo sistema para la formación de los trabajadores y, ahora, este marco de reforma del mercado laboral, que es amplio y profundo».
Caldera calificó la reforma con un «notable alto» y agradeció a empresarios y sindicatos su disposición. «Es la reforma de trabajo más amplia desde 1981 e incorpora medidas contra la precariedad, estímulos para la contratación indefinida, favorece la creación de empleo y refuerza la inspección de trabajo», dijo.
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