La Comisión Europea ha aconsejado a España, Finlandia, Bélgica e Italia vincular los salarios a la productividad para contener la inflación. El cálculo debería tener en cuenta las diferencias por regiones o sectores o incluir los beneficios empresariales.
Es una de las medidas contenidas en el documento enviado por la Comisión al Eurogrupo (responsables de Economía de los países del euro), cuya reunión terminó en la madrugada del martes en Luxemburgo.
El documento plantea medidas para afrontar las presiones inflacionistas por la rigidez de algunos servicios, la indexación de salarios y el precio de la vivienda en algunos países. Los precios de los servicios han crecido un 2,3% desde 1999, más que en otros sectores. Irlanda, Portugal, España y Grecia figuran entre los países donde más se han encarecido con el euro.
En salarios, la propuesta de vincularlos a la productividad regional o a los beneficios se considera "especialmente relevante para países con disparidades territoriales en sus mercados de trabajo como Bélgica e Italia y donde la formación de los salarios reales es particularmente rígida como Finlandia y España".
Para el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, la brecha de inflación entre países, "es un problema para los Estados que tienen una inflación superior, porque están perdiendo competitividad". El vicepresidente español y ministro de Economía, Pedro Solbes, que también participó en la reunión, admitió: "Un aumento nominal de los precios, si no mejora la productividad puede afectar a la competitividad". En su opinión, España no está tan mal en competitividad.
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