La Comisión Europea ha pedido hoy a los Veinticinco que reduzcan la deuda pública, impulsen la creación de empleo y la mejora de la productividad y acometan reformas de los sistemas de pensiones y sanitarios para compensar el efecto del envejecimiento de la población sobre las finanzas públicas.
El responsable europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, advirtió a la mayoría de Estados miembros de que si no toman medidas "para desactivar la bomba de relojería de las pensiones", ésta pasará "a las manos de nuestros hijos y nietos" y les supondrá "una carga insostenible".
Según la comunicación aprobada hoy por el Ejecutivo comunitario, si los países de la Unión logran situar sus cuentas públicas en una situación de equilibrio a medio plazo, la deuda pública media en la UE pasará de representar el 63% del PIB en 2005 al 80% en 2050.
Sin embargo, si mantienen sus políticas actuales, la deuda pública se acelerará hasta el 200% del PIB en 2050.
El informe de la Comisión muestra que unos miembros afrontan más riesgos que otros y apunta, especialmente, a aquellos que ya registran desequilibrios presupuestarios importantes y cuyas proyecciones de gasto público vinculado al envejecimiento son más cuantiosas.
España se sitúa entre los países de "riesgo medio", pues tiene unas finanzas públicas saneadas, pero afronta un incremento importante del gasto en pensiones y sanidad y debe, por tanto, adoptar reformas estructurales.
Bruselas incide en que incluso los países de "riesgo bajo" -que no significa ausencia de riesgo, precisa- deben mantener la senda de estabilidad presupuestaria.
Recuerda que la consecución de unas finanzas públicas saneadas impulsa un "círculo virtuoso", hacia bajos tipos de interés y alto y estable crecimiento económico.
Además de la estabilidad presupuestaria, los Veinticinco deben, en opinión de la Comisión, elevar la creación de empleo, especialmente entre las mujeres y los trabajadores de más edad, e impulsar la productividad.
Subraya que la tasa de empleo, aunque ha aumentado en los últimos años (hasta el 62,4% en 2005) sigue lejos del objetivo del 70% pactado por los Estados miembros.
Respecto a las reformas, el Ejecutivo de la UE reseña que los cambios del sistema de pensiones sólo serán eficaces si van acompañados de una prolongación de la vida laboral.
El retraso en la edad de jubilación facilita al trabajador, por un lado, generar más derechos a recibir una pensión y, por otro, tiene un impacto positivo en el nivel de las pensiones respecto a las pensiones futuras, explica la Comisión.
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