El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, afirmó ayer que si el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, que alcanzará previsiblemente los 40.000 millones de euros en 2007, mantiene el superávit durante los próximos diez años, el sistema de pensiones podrá soportar déficits de medio punto del PIB durante los siguientes 20 años.
Caldera quiso disipar así los temores ante un envejecimiento de la población en las próximas décadas durante su intervención de clausura de la XX Conferencia Internacional de Organizaciones Empresariales Privadas, organizada por el Círculo de Empresarios.
El ministro señaló que el Gobierno ha previsto una batería de medidas orientadas a elevar la tasa de actividad en el mercado laboral en previsión de este cambio demográfico mediante un incremento de la ocupación femenina, la prolongación de la vida laboral, un aumento en la estabilidad del empleo y una mayor compatibilidad entre la vida laboral y la familiar.
En virtud de estas medidas, Caldera aseguró que "no se cumplirán los escenarios más pesimistas", y explicó que el Gobierno ha calculado que el gasto de las pensiones tendrá un peso "muy inferior" al 17% del PIB en 2050, cifra que marcó como previsión la Comisión Europea y que luego redujo al 15%.
En este sentido, apuntó que la Ley de Igualdad permitirá que ninguna mujer tenga que interrumpir su carrera profesional por baja por maternidad, lo que posibilitará una mayor incorporación de la mujer al mercado laboral y un incentivo para que aumente la natalidad en los próximos años y así la población activa en un futuro.
No obstante, Caldera resaltó que gracias a un "notable aumento" de la ocupación femenina desde 1995 la tasa de actividad ha crecido un 57% y ha superado la media europea, al pasar de 12,5 millones de ocupados a mediados de la pasada década a los 20 millones que el Ministerio espera alcanzar en el tercer trimestre de 2006.
AMPLIAR LA VIDA LABORAL
El ministro de Trabajo destacó asimismo los esfuerzos del Gobierno por ampliar la vida laboral de los trabajadores y la calidad de los empleos. En este sentido, marcó como prioridad del Ejecutivo equiparar la edad oficial de jubilación con la edad ordinaria, y apuntó que desde el comienzo de la legislatura la edad de jubilación se ha ampliado en diez meses al pasar de los 62 años y 8 meses a los 63 años y seis meses.
Caldera recordó en este punto algunas de las medidas incluidas en la reforma de la Seguridad Social orientadas a lograr estos objetivos, como la elevación del periodo mínimo de cotización para generar pensión a 5.475 días (15 años) efectivos, así como la vinculación de los beneficios adicionales para aquellos trabajadores que prolongan voluntariamente su edad de jubilación con los beneficios que obtiene el sistema.
Además, se refirió a los avances obtenidos en el ámbito de la contratación estable gracias a la reforma laboral, que permitirán mejorar el capital humano y la productividad, y que, según pronosticó, se traducirán al cierre del año en más de un millón de nuevos contratos indefinidos.
Por otro lado, Caldera destacó que la Ley de Dependencia permitirá liberar fuerza de trabajo con una adecuada calificación, que actualmente cubre la atención a las personas dependientes, e incorporarla al mercado laboral.
Por último, Caldera se refirió al proceso de regulación de inmigrantes, por el que 600.000 trabajadores ilegales se incorporaron al mercado de trabajo y comenzaron a aportar impuestos y cotizaciones. De esta manera, según Caldera, se ha logrado un afloramiento del trabajo sumergido de forma que actualmente el número de extranjeros afiliados a la Seguridad Social ya supera los 800.000, y aporta más de 8.000 millones de euros anualmente, lo que equivale al 1% del PIB y al superávit del sistema de la Seguridad Social.
El titular de Trabajo señaló que el Gobierno se enfrenta al "desafío real" de convertir los cambios que origine el envejecimiento de la población en una fuente de oportunidades sociales y económicas.
Los comentarios están cerrados.