El Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales calcula que las cotizaciones de ciudadanos extranjeros a la Seguridad Social ascenderán a un total de 8.000 millones de euros a lo largo de todo el 2006, según informó hoy la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí.
En la inauguración de una jornada sobre inmigración, organizada por la Fundación Nortempo, Rumí reiteró la apuesta del Gobierno por fomentar la inmigración por los cauces legales, mediante la contratación en origen.
Según dijo, en la actualidad las autorizaciones de trabajo a través de esta vía "funcionan de manera fluida", después de la legalización de más de 600.000 trabajadores extranjeros, a raíz del proceso de regularización. Según sus datos, el incremento del fenómeno migratorio ha propiciado la llegada a España de 2 millones de trabajadores.
La titular de Inmigración valoró de manera positiva el diálogo social que existe entre patronal y sindicatos en esta materia y advirtió de que "el único efecto llamada es la economía sumergida. En este sentido, apeló a la "responsabilidad de los empresarios" y advirtió de que "los únicos beneficiarios de la inmigración clandestina son los defraudadores".
En este sentido, señaló la necesidad de desarrollar "una estrategia de fomento de la inmigración legal", teniendo en cuenta la "enorme contribución" de este colectivo en el desarrollo económico de este país.
En la misma línea, defendió la política de cooperación y el "diálogo bilateral y multilateral" entre distintos estados implicados en la gestión de los flujos migratorios. "La cooperación entre países es una exigencia ineludible", destacó.
A su modo de ver, en la actualidad, el debate sobre la inmigración está atravesando un "excesivo ruido político y mediático" y advirtió de que la gestión de la inmigración es una tarea de extremada complejidad y "el Gobierno mantiene intacta su confianza" para responder a este fenómeno.
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