El tráfico de personas es 'una nueva forma de esclavitud en la que se practican subastas' y el Consejo de Europa hizo un llamamiemto a los gobiernos de sus 43 países miembros a reducirla, declaró hoy la directora del departamento de Igualdad y Derechos Humanos, Marta Requena.
El Consejo de Europa ha celebrado en Atenas una conferencia sobre el tráfico de personas que culminó hoy con la participación de 12 países miembros para impulsar la ratificación en los Parlamentos nacionales del Convenio para Combatir el Tráfico de Personas.
El convenio fue adoptado en mayo de 2005 y hasta ahora lo han ratificado Austria, Moldavia y Rumanía, pero está firmado por otros 30 países miembros del Consejo de Europa.
Requena declaró a Efe que 'el tráfico de personas es un problema global, tanto en los países de origen como los receptores y los de tránsito, y en Europa existen las tres categorías'.
Añadió que no es sólo la explotación sexual de las víctimas, sino que también la laboral por la se les utiliza como mano de obra barata en la agricultura y en la industria textil, entre otros sectores.
'Hay que dejar claro que la compraventa de personas es un delito y es esencial que los gobiernos reconozcan que se trata de víctimas que son engañadas con promesas de mejores perspectivas de vida', dijo Requena.
Puntualizó que el comercio de personas ocupa el tercer puesto entre los negocios ilegales más rentables en el mundo después del tráfico de drogas y de armas y que 'es difícil castigar'.
Un reciente informe del departamento de Estado estadounidense calcula que entre 600.000 a 800.000 personas son víctimas del tráfico ilegal al año en el mundo, de las que el 80 por ciento son mujeres.
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