La economía española crecerá un 3,4 por ciento en 2007, consolidando la etapa de bonanza más prolongada desde los sesenta, según el Gobierno, que ha elevado sus previsiones de crecimiento y empleo hasta 2009, incluida la de este año, con un aumento del PIB del 3,8 por ciento, el mayor en seis años.
Con la aprobación del Programa de Estabilidad 2006-2009 despedía ayer el Gobierno el penúltimo Consejo de Ministros del año, en el que también se dio el visto bueno a la reforma de la Seguridad Social que, entre otras medidas, permitirá a las parejas de hecho tener pensión de viudedad desde mediados de 2007.
El próximo año se crearán casi medio millón de empleos (481.000), mientras la inmigración, el aumento de la tasa de actividad femenina y los todavía bajos tipos de interés impulsarán el consumo.
Para 2006 se estima que el superávit de las Administraciones Públicas se sitúe en el 1,5 por ciento del Producto Interior Bruto.
Según el Gobierno, la economía española mantiene un crecimiento 'robusto', un punto porcentual superior al de la media europea, y además muestra un perfil 'más equilibrado', puesto que se prevé un aumento más moderado de la demanda interna y una menor aportación negativa del sector exterior.
Además, esta semana, el Congreso aprobó los Presupuestos y la reforma laboral, firmada con los agentes sociales para reducir la temporalidad y fomentar el empleo estable.
Las cuentas del Estado para 2007, que dedicarán el 50,5 por ciento del gasto a políticas sociales, superaron el jueves su último trámite parlamentario con el apoyo de toda la Cámara, salvo el Partido Popular y Eusko Alkartasuna.
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