Un 46% de los examinados superó en el BEC la primera criba en el perfil lingüístico más bajo
Dentro de mes y medio, los aspirantes sabrán si están en disposición de presentarse a la definitiva prueba oral. Para ello, han de superar el examen de redacción. Si lo consiguen, pugnarán por ocupar el 20% de plazas asignadas a las personas con conocimientos acreditados de lengua vasca. Todos son parte de las 70.000 personas que en diciembre dieron el pistoletazo de salida a la mayor oposición jamás celebrada en Euskadi. «Supondrá una notable mejora en la calidad del servicio», vaticina el director de Recursos Humanos de Osakidetza, José Andrés Blasco.
Profesores, informadores, vigilantes… Un millar de personas velaron ayer por la buena marcha del evento. Entre ellas, 560 eran empleados del propio Servicio Vasco de Salud. Iban con chalecos reflectantes amarillos para ser reconocidos con facilidad. En la cita tuvieron el apoyo de expertos del IVAP -Instituto Vasco de la Administración Pública – y HABE, la entidad encargada de la euskaldunización de adultos.
El baño y los cafés
Por la mañana, 13.200 personas estaban citadas para los exámenes. Sólo 8.466 completaron las pruebas del primer perfil de euskera, el mínimo reclamado por la administración en algunas profesiones. «Voy a andar justito. A ver si tengo suerte, porque la última parte se me ha atragantado», se sinceró el guipuzcoano Javi García. Llegó a la mañana en tren procedente de Zarautz y no regresaría hasta bien entrada la noche. Quiere ser operario. Por eso, el joven completó una prueba de oficial conductor. Era una de las cuatro especialidades programadas para la tarde de ayer, junto a técnico medio de administración y gestión, trabajador social y oficial de mantenimiento.
A Silvia Luna las cosas le fueron mejor, pese al «martirio» que se encontró en el interior del pabellón 2. Para esta vitoriana, la organización «deja mucho que desear». «Ir al baño es una odisea, no puedes moverte y algunas máquinas de café estaban estropeadas», protestó. Eso sí, nadie buscó excusas en la dificultad de los ejercicios.
En los corrillos la resignación era la nota predominante. Al grito de «la suerte está echada», María Etxebarria y Andere López aguardaron el resultado final. Como estas dos vizcaínas, casi la mitad de los examinados del perfil 1 superó la primera selección. El test preliminar fue el que se le atragantó a gran parte de los suspendidos.
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