El secretario general de Comisiones Obreras (CC.OO.), José María Fidalgo, criticó ayer que España es el país de la Unión Europea con el ratio más bajo de inspectores laborales, y culpó a la administración de no velar por el cumplimiento de la normativa de riesgos laborales.
Fidalgo, que visitó la empresa L'Oreal en Burgos, lamentó el último accidente mortal, sucedido en una empresa de Espinosa de los Monteros el pasado fin de semana, en el que falleció un trabajador y otro resultó herido.
"La Administración no vela por que se cumplan las leyes", comentó. "España es el país de la Unión Europea con la ratio más baja de inspectores laborales", añadió a la vez que mostró sus dudas respecto a la bonanza de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Por otro lado, opinó que el sector del autómovil "es complicado, competitivo y concentrado, aquí y en el resto de España" y expresó su preocupación por la inestabilidad actual, para destacar el esfuerzo que los trabajadores de estas empresas realizan para no poner en riesgo el futuro.
Fidalgo calificó de estable la actual situación y no ocultó cierta satisfacción por los acuerdos sociales alcanzados recientemente. Sin embargo, criticó a la Administación por desaprovechar un periodo de bonanza económica y crecimiento para invertir en lo que denominó "capital humano".
Además, apostó por un Reglamento de la Ley Extranjería, que recoja aspectos como la contratación en origen y mecanismos eficaces de integración, y por dedicar más presupuesto a aspectos como la educación o la investigación.
También enumeró como logros del diálogo social la creación de más de siete millones de empleos nuevos en los últimos años, el crecimiento económico tres puntos por encima del Producto Interior Bruto (PIB) o el plan de choque por la estabilidad en el empleo. Mencionó la Ley de apoyo a personas en situación de dependencia (Ley de Dependencia) por su trascendencia y por ser fruto del acuerdo social. "Ahora hay que reglamentarla", añadió.
Los aspectos negativos, según explicó Fidalgo, se centran, entre otros, en la excesiva inversión en sectores como servicios y construcción. "Están libres de la competencia internacional, no requieren cualificación profesional, no resuelven en lo que se refiere a balanza económica ni aportan mejoras en la calidad del empleo", argumentó. "Estamos ante franjas altas de empleos con poco futuro", dijo.
En esta misma línea, censuró la escasa funcionalidad de los observatorios industriales que, explicó, "se crearon pero han tenido escaso recorrido". Se mostró partidario de favorecer la inversión privada en determinados sectores con medidas fiscales selectivas.
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