En concreto, las subvenciones a fondo perdido que hasta ahora eran de 3.000 euros se elevarán a 5.000 euros con carácter general y se subirán a 6.000 euros para los jóvenes desempleados de hasta 30 años; a 7.000, para las mujeres desempleadas; a 8.000 euros para parados con discapacidad y hasta 10.000 euros si la discapacitada desempleada es mujer.
Para poder recibir estas ayudas, el parado que decida constituirse como autónomo deberá realizar una inversión para el desarrollo de su actividad de como mínimo 5.000 euros, en el plazo comprendido entre los tres meses anteriores al inicio de dicha actividad y los seis meses posteriores al comienzo.
En las mujeres víctimas de violencia de género las cantidades anteriores se incrementarán en un 10%.
Además, se establecerá una subvención financiera, con las mismas cantidades citadas anteriormente para amortizar créditos reduciendo hasta tres puntos el interés, salvo en el caso de los microcréditos, que podrá llegar a cubrir el coste total de los gastos financieros.
Este programa de ayudas incluirá también una subvención para que el nuevo autónomo contrate servicios de asesoría técnica que le ayuden a poner en marcha su proyecto. La cuantía de esta subvención será del 75% del coste del servicio con un tope de 2.000 euros y podrá contratarse dicha asistencia con asociaciones de autónomos.
Asimismo, habrá una ayuda para formación, que financiará el 75% de los cursos recibidos con un tope de 3.000 euros.
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