Trabajadores y sindicatos han denunciado el nulo control sobre la bolsa de empleo que recoge los aspirantes a contratos eventuales en los centros sanitarios, un listado con más de 14.000 personas del que se extraen los aspirantes para cubrir vacantes de corta duración.
Los incluidos en esta lista no pueden, por normativa, trabajar más de cuatro meses para la administración pública. Algo que, según los trabajadores, no se cumple en todos los casos.
«Los responsables del Hospital alegan necesidades del servicio para alargar algunos de los contratos y, en muchos casos, se recurre de forma arbitraria a este argumento con determinadas personas», explica una técnico del Hospital de León. «Es una manera de premiar a esos trabajadores», agrega.
La bolsa de empleo se gestiona en base a dos tipos de contratos que se adjudican en función de la duración del mismo y de la puntuación del aspirante. Los candidatos con más puntuación (dada por la experiencia y la formación) podrán optar a los contratos más largos. El resto tendrán de conformarse con los contratos cortos.
Poco control
El sindicato USO recalca que desde que comenzó a realizarse la gestión de los contratos centralizada en Valladolid no existen tantas posibilidades de control como hasta ahora. Los representantes de los trabajadores reciben información quincenal sobre el último contrato realizado y la puntuación del aspirante elegido, pero ningún dato sobre la duración de la relación contractual o el número de documentos suscritos previamente.
La inclusión de miles de personas en estos listados complica sobremanera la inspección ya que los sindicatos estiman que se pueden realizar más de doscientas contrataciones diarias, procedentes de las nueve provincias de la comunidad, y que la diferencia de unos minutos en la contratación puede dar lugar a un contrato más o menos largo.
Puestos singulares
El sindicato asegura que desconocen la existencia de contratos específicos por necesidades del servicio pero alegan otras posibles irregularidades. Existe una figura que puede dar lugar a la vulneración de la normativa de contratos: los puestos singulares. Para determinadas funciones en los centros sanitarios se recurre a personas que, por su experiencia, tienen preparación específica.
«Esa figura se está usando como comodín para alargar contratos en algunos casos sin que se ocupe el puesto singular específico alegando la posible necesidad de una persona para quirófano, por ejemplo. Hasta que se produce esa posible llamada para cirugía la persona contratada está en la planta cuarta trabajando», aseguran los responsables de USO.
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