El director general de los Mossos d'Esquadra, Rafael Olmos, ha suspendido de empleo y sueldo a cinco agentes de este cuerpo y los ha llevado ante Fiscalía tras haber sido pillados 'in fraganti' por cámaras secretas propinando malos tratos a dos detenidos en la comisaría barcelonesa de Les Corts.
Los cinco mossos apartados, un cabo, dos agentes -uno de ellos una mujer- y dos agentes en prácticas, fueron grabados por cámaras secretas instaladas por la división de Asuntos Internos de los Mossos, que inició una investigación a principios de año a raíz del incremento de denuncias y sospechas de malos tratos a algunos detenidos en la comisaría central de Barcelona, en Les Corts.
El secretario general de Interior, Joan Boada, ha advertido hoy en rueda de prensa de que su consellería "no tolerará" casos de malos tratos a detenidos y ha destacado que supone un acto de "calidad democrática y transparencia" que haya sido el propio cuerpo quien haya denunciado esta actitud irregular de los cinco agentes.
Según ha explicado Olmos, ayer por la tarde firmó el expediente de suspensión temporal de empleo y sueldo contra los cinco agentes, lo que supone "una medida excepcional para un hecho excepcional".
En concreto, la agente femenina agredió a una mujer que estaba detenida, mientras que el cabo, el agente masculino y los dos agentes en prácticas agredieron a otro detenido, en un lapso de tiempo de unos quince días.
Olmos ha explicado hoy que, a finales del pasado año, poco después de ser nombrado nuevo director de la Policía catalana por el recién estrenado conseller de Interior, Joan Saura, decidió encargar a la división de Asuntos Internos que investigara las presuntas agresiones a detenidos en la Comisaría de les Corts.
El director general de los Mossos ha revelado hoy que tomó esta decisión ante el aumento de denuncias y de sospechas de que en esta comisaría se podía someter a malos tratos a algunos detenidos.
Desde diciembre pasado se ha estado investigando el trato a los detenidos, incluso utilizando cámaras en las instalaciones sin el conocimiento previo de los agentes, para poder detectar estos presuntos malos tratos.
Como fruto de esta investigación, las cámaras y los análisis médicos han arrojado "sospechas razonables" de que estos cinco agentes golpearon a dos detenidos, uno de los cuales presentó al salir de la comisaría moratones en los ojos y en el cuerpo, según Olmos.
Cuando el pasado jueves Olmos tuvo conocimiento de estos dos casos, decidió suspender a los agentes implicados y enviar el caso directamente a la Fiscalía, de forma paralela a la denuncia que han presentado los dos afectados.
El secretario general de Interior, Joan Boada, ha destacado que estas dos agresiones son un acto "esporádico y anecdótico", frente a los que su departamento actuará "con contundencia", y ha subrayado que los Mossos son "una policía profesional que respeta los derechos de las personas, día a día".
Por su parte, Olmos ha destacado que el hecho de llevar el caso a la Fiscalía por propia iniciativa "es la mejor manera de proteger a los ciudadanos y a la propia imagen de la policía catalana".
El director de la Policía ha anunciado que encargará un certificado de calidad ISO para garantizar plenamente que el procedimiento de detención utilizado por los Mossos cumpla con todas las garantías de seguridad necesarias.
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