El aumento de la población reclusa de origen extranjero en las cárceles españolas ha conformado un nuevo perfil de preso. Perfil al que los programas de formación de Instituciones Penitenciarias, organismo dependiente del Ministerio del Interior, no se han adaptado, a juzgar por las manifestaciones del sindicato de prisiones ACAIP.
Los últimos datos sobre reclusos foráneos de Instituciones Penitenciarias indican que de los 54.998 presos que había en 2006 en España, el 31,4% era extranjero. Los principales países de origen son Marruecos, Colombia, Argelia y Rumanía, por ese orden.
En su mayoría, son reclusos que proceden de bandas del crimen organizado de Europa del Este, a jóvenes latinos integrantes de maras (bandas juveniles) y a radicales islámicos vinculados al terrorismo.
"La formación para el funcionario no se ha adaptado al cambio de reclusos. Los cursos son muy genéricos y no analizan los nuevos perfiles, ni ofrecen herramientas para que trabajemos correctamente con ellos", señala un portavoz de ACAIP, que no ha querido desvelar su identidad.
El principal escollo es la diferencia de idiomas. Para salvarlo, Instituciones Penitenciarias ofrece cursos en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) para los funcionarios y clases de español para presos.
"No obstante, no son obligatorios y deberían. Por otro lado, los cursos para el funcionario se reducen al inglés y al árabe. Deben realizarse fuera del horario laboral y no en todas las comunidades es posible realizarlos", señalan en ACAIP.
Amenazas incomprensibles
El sindicato mantiene que los problemas derivados del desconocimiento de idiomas son constantes. "En las cárceles hay peleas. Si debes intervenir en una entre dos argelinos que no sepan español, por ejemplo, ¿como te entiendes?. Además, no es que sean frecuentes; pero las amenazas existen; aunque si te amenazan en árabe, no entiendes nada".
ACAIP exige también la presencia de psicólogos para tratar a los presos extranjeros y cambiarles la percepción que muchos de ellos tienen del delito. "Hace poco ingresó en la prisión donde trabajo un preso colombiano. Me dijo: pero si yo sólo he matado a un hombre", señala el portavoz de ACAIP.
Por último, los centros penitenciarios también debe amoldarse al nuevo perfil. "No puede ser que en las bibliotecas, una de las vías de escape más empleadas por los reclusos, sólo puedan encontrarse libros escritos en español".
"El trato con el preso será cada vez menor"
La masificación y saturación de las cárceles españolas ha llevado al Gobierno a optar por la construcción de las llamadas macrocárceles. Centros penitenciarios de grandes dimensiones y con capacidad para miles de presos.
"Con la construcción de estas instalaciones el trato con el preso será cada vez menor. La necesidad de que se forme al funcionario para una mejor convivencia dejará de existir", señala el responsable del área de Prisiones de la Asociación Pro Derechos Humanos, Pablo Ces.
Los cursos
Los cursos de formación y reciclaje que imparte Instituciones Penitenciarias se centran en el tratamiento del preso, la seguridad penitenciaria y en la población reclusa más joven, que engloba desde delincuencia común a miembros de bandas latinas, pasando integrantes de la kale borroka.
Además, se ha creado un curso especial para tratar con los presos condenados por violencia doméstica.
La cifra
El 25,7% de los 16.327 presos extranjeros que había en España en 2006 era marroquí. Los colombianos forman el 11,6% de la población reclusa extranjera. Los reclusos rumanos representan el 7,7% del total de los presos foráneos, los argelinos el 6,3% y los procedentes de Ecuador el 3,6%.
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